TUS PECADOS QUEDAN PERDONADOS

TUS PECADOS QUEDAN PERDONADOS

Día de consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento

NVOCO AL ESPIRITU SANTO

Ven, Espíritu Santo, ayúdanos a escrutar la Palabra de Dios, como  Jesús lo hizo con  los dos discípulos de Emaús. A medida que el Señor les fue explicando todo lo que le había sucedido en Jerusalén esos días, Tú les fuiste abriendo el entendimiento de las Escrituras y así descubrieron la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Iluminados por ti, entendieron que la cruz no era el final de toda su esperanza, sino fuente de vida y resurrección.

Rompe hoy, para nosotros también, los sellos del Libro sagrado, para que tengamos acceso a su verdadero sentido y su aplicación concreta en nuestras vidas, experimentemos cómo está presente la fuerza de la resurrección de Jesús en medio de nuestras tribulaciones y sufrimientos y demos testimonio de la Pasión y la Cruz como únicos caminos para llegar a la vida plena y a la construcción  de un mundo más justo y fraterno. Amén

LEO EL TEXTO EVANGELICO: Mt 9,1-8

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y fue a la ciudad donde vivía. En esto le trajeron un paralítico tendido en una camilla. Viendo Jesús la fe de la gente, dijo al paralítico: “Ánimo, hijo, tus pecados quedan perdonados”. Entonces algunos de los maestros de la Ley comentaban entre sí: “¡Este blasfema!”. Sabiendo Jesús lo que pensaban, les dijo: “¿Por qué piensan tan mal en su interior?” ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados son perdonados” o decir “Levántate  camina”? Sin embargo, para que vean que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados-dijo entonces Jesús al paralítico-levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la multitud se llenó de temor y glorificaba  Dios, porque había dado tal poder a los hombres.

PALABRA DEL SEÑOR

GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS

ESCRUTO LA PALABRA LEIDA

Solemos decir entre nosotros: lo más importante es la salud. Muchos pensamos en sólo la salud física, muchos también en la salud integral: física, mental y espiritual. El evangelio de hoy no revela que lo más importante y decisivo en la vida de un ser humano es que sus pecados sean perdonados porque allí empieza su experiencia de salvación. Y así efectivamente empieza nuestra vida cristiana de salvados por Cristo cuando somos bautizados o cada vez que recibimos la absolución sacramental.

Jesús deja el territorio pagano de los gadarenos (costa oriental del lago de Galilea) y se traslada a Cafarnaúm, donde residía (cf Mt 4,3). En plena calle aún lo abordan para que cure un paralítico. Jesús accede a su petición y se suscita una polémica.  El foco  principal de la controversia no va a ser la curación física sino el perdón de sus pecados, poder solo detentado por Dios y que ahora se manifiesta en su Mesías. 

Este tema es fundamental en todo el evangelio. Para el paralítico no llegó solamente la curación física: llegó mucho más. Llegó la salvación de Dios a su vida. Además los lectores descubrimos una realidad que se irá desvelando cada vez más en la narración de Mateo: Jesús de Nazaret está investido con el poder del mismo Dios (Cf Mt 28,18). No es sólo a este paralítico que Jesús puede liberar de sus pecados, es a toda la humanidad. A todos nos levanta y nos quita lo que nos impide ponernos en pie y caminar libremente en su seguimiento como discípulo suyo en la Iglesia.

ORO

¿Qué me paraliza? ¿Qué curación suelo pedirle al Señor? ¿He descubierto que necesito sobre todo liberarme de la parálisis de mis pecados? ¿Acudo a la confesión sacramental? A partir de estas preguntas puedo dirigirle al Señor mi oración de hoy.

Oro por Venezuela para que el Santísimo Sacramento a la que está consagrada la libere de todas sus parálisis y los venezolanos aprendamos a perdonarnos en verdad unos a otros.

ASUMO UN COMPROMISO

Darle más relevancia en mi vida a la búsqueda del perdón de mis pecados, verdadera causa de mis parálisis, incluso las físicas.

2-07-15/URSS