jueves, 22 de enero de 2015

HOMILIA EN LA ORDENACION PRESBITERAL DE FRAY JUAN CARLOS MALDONADO OAR

HOMILIA EN LA ORDENACION PRESBITERAL
DE FRAY JUAN CARLOS MALDONADO OAR

Lecturas: Jer 1,4-9; Sal 23; 1 Pe 4,7b-11, Jn 15,9-17

Muy querida familia agustina recoleta, Muy querida familia de Fray Juan Carlos, Muy querido Fray Juan Carlos, Muy queridos hermanos y hermanas,

¡Grande y hermoso es el momento que vivimos esta tarde en esta comunidad eclesial! Un hermano nuestro, miembro del pueblo de Dios, accede al presbiterado, después de haber recorrido un largo camino de discernimiento y formación en el que han intervenido muchas personas. Acabamos de oír la respuesta  a la pregunta formulada por el presidente de la asamblea litúrgica: “¿Sabes si es digno?” Una respuesta afirmativa y un fuerte aplauso aprobatorio de la asamblea de fieles. Si; el Señor hace grandes cosas con nuestras vidas, como en la vida de la Virgen María, cuando aceptamos su llamado y nos ponemos a su disposición.

Aunque se le haya considerado digno de recibir el Orden sacerdotal  ni el elegido ni ninguno de nosotros hemos de olvidar que el llamado con la consiguiente elección, la sucesiva consagración y el envío final forman parte de un misterio.  ¿Por qué llama precisamente a este cristiano? ¿Por qué yo y no otro?  No somos capaces de dar una respuesta. Todo eso está escondido  en el corazón de Dios Padre. La narración que hace el profeta Jeremías de su vocación, en la primera lectura de esta santa Liturgia, nos coloca en el umbral de este misterio.   “Antes de formarte en el vientre te escogí; antes de que salieras del seno materno te consagré”. Cuando Marcos narra la elección de los doce apóstoles acota que “Jesús llamó a los que él quiso” (Mc 3,13).

Somos lo que somos porque Dios, valiéndose de variadas y a veces sorprendentes mediaciones humanas,  nos llamó y quiso hacernos partícipes del sacerdocio pastoral de su Hijo. Leemos en la carta a los Hebreos que “nadie puede recibir la dignidad del sacerdocio, si no es llamado por Dios (…) Cristo no se apropió  la gloria de ser sumo sacerdote sino que se la confirió Dios” (He 5-6). El sacerdocio, leemos en la segunda lectura de hoy, es un don recibido. No podemos por consiguiente presumir de ningún título de superioridad: “¿Quién te hace superior a los demás? Se pregunta Pablo. ¿Qué tienes que no hayas recibido? ¿Por qué te enorgulleces como si no lo hubieras recibido?”  (1 Co 4,7). No somos dueños de nada. Somos simples administradores y como “buenos administradores- comenta Pedro- hemos de poner al servicio de los demás la multiforme gracia de Dios” (1 Pe 4,10).

Ponernos al servicio de los demás. Ser servidores a tiempo completo. El Señor Jesús sabe que éste va a ser uno de los grandes desafíos de sus discípulos y de la jerarquía de la Iglesia a lo largo de la historia; por eso les mostrará con su vida primero y luego con su enseñanza que la autoridad que detentan por el cargo dentro de la comunidad eclesial es una autoridad de servicio no de dominación ni de poder.  ¡Hasta en el mismísimo cenáculo sus apóstoles discutirán sobre quién de ellos es el más importante! (Cf Lc 22, 24-25). Es muy significativo que s. Juan coloque en ese mismo lugar y momento la impresionante escena del lavatorio de los pies. “Ustedes me llaman Maestro y Señor y tienen razón porque efectivamente lo soy. Pues bien si yo, que soy el Maestro y el Señor les he lavado los pies, ustedes deben hacer lo mismo unos con otros. Les he dado ejemplo para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes” (Jn 13, 12-15).

Fray Juan Carlos es un miembro de la Orden agustina recoleta. Una familia religiosa muy querida en esta arquidiócesis. Los Agustinos recoletos están vinculados a esta Iglesia local casi desde su creación como diócesis del Zulia. Los primeros frailes llegaron efectivamente el 10 de mayo de 1899 por invitación del primer obispo Mons. Francisco Marvez. Recordemos sus nombres:  Julián Cisneros del Carmen, Antonio Almendariz de S Francisco Javier y Quirino Ortiz de la Virgen Blanca. Escribe Abraham Belloso sobre cada uno de ellos: “fueron los tres embajadores agustinos llegados a nuestra tierra y trajeron: Julián, encendida la antorcha de la fe; Quirino, el más joven, las flores perfumadas de la esperanza y Antonio, el ánfora de la caridad, que dulcifica el revés. “ (Ocando Yamarte,  Historia política-eclesiástica del Zulia, Tomo VII, inédita). ¡Las tres virtudes teologales personificadas y hechas vidas! Fueron en ese  entonces para Mons. Marvez y luego a lo largo de estos 125 años, para todos los obispos de esta Iglesia local, un punto de apoyo de primer orden para el trabajo pastoral y el servicio de la caridad. Resumo la larga lista de tan beneméritos servidores de Dios y de la Iglesia en dos nombres: Fray Jesús Galeano y  Fray Jaime Quijano.

El Papa Francisco nos pidió que dedicáramos este año a la Vida Consagrada. Magnífica oportunidad para dar gracias al Señor por la relevante presencia en esta Iglesia particular no solo de los Agustinos recoletos y de otras ramas de la familia agustiniana sino de muchas Órdenes y Congregaciones masculinas y femeninas que han sembrado su carisma en este suelo, han dado un hermoso testimonio de vida comunitaria, de atención a los pobres y de sentido eclesial. 

Ojalá sirva este año para que cada familia religiosa recoja la memoria agradecida de su historia entre nosotros y dé gracias a Dios por haber engalanado nuestra Iglesia con tantos y variados dones y carismas que la embellecen y la disponen para toda clase de obra buena. A través de su amplia gama carismática han mantenido vivas las “utopías”, han sabido crear “otros lugares”, donde se ha vivido  la lógica evangélica del don, de la fraternidad, de la acogida de la diversidad en el amor mutuo. La vida religiosa está hecha para recordarnos que hemos sido hechos para Dios. Solo Dios basta (CPV, VCV 85). Todo lo demás es relativo. Que no hay ideal más hermoso que el  de seguir a Cristo; que vale la pena consagrar toda su energía vital a construir juntos la Iglesia de los pobres, con los pobres y desde los pobres.

En este año vamos a poner también en marcha nuestro Proyecto Arquidiocesano de Renovación Pastoral. Contamos con ustedes, hermanos agustinos, y con todas las expresiones de la Vida religiosa presentes en esta Iglesia para que nos ayuden, como “expertos en comunión” que son, a vivir la espiritualidad de comunión propuesta por el Concilio Vaticano II, el Concilio Plenario de Venezuela y S Juan Pablo II (LG 9,11-12; CIV 62,67; NMI 43). Ayúdennos, hermanos y hermanas, a hacer realidad la construcción de esta Iglesia arquidiocesana como casa de comunión, escuela de discipulado misionero y taller de solidaridad fraterna (VCV 92-93). 

En esta sociedad dividida, confrontada, marcada por la agresividad y la violencia fratricida, que cobró 24000 muertos, mayoritariamente jóvenes, el año pasado, sean pregoneros y constructores de convivencia entre las diferentes culturas, creadores de modelos de nuevas comunidades y animadores de modos concretos de compartir los dones y talentos que cada uno lleva consigo. Dice le Papa Francisco en su mensaje a los consagrados:”Hay toda una humanidad que espera: personas que han perdido toda esperanza, familias en dificultad, niños abandonados, jóvenes sin futuro alguno, enfermos y ancianos abandonados, ricos hartos de bienes y con el corazón vacío, hombres y mujeres en busca del sentido de la vida, sedientos de lo divino” (Carta apostólica de Francisco con motivo del Año de la Vida consagrada No 4).

Querido Fray Juan Carlos, no sabes cuáles son los caminos por donde el Señor, a través de tus superiores, te pondrá a caminar para que desempeñes tu “amoris officium” como dice San Agustín. Cada obediencia exigirá de ti una nueva encarnación en la realidad; una inmersión en una nueva cultura; un conocimiento acertado del terreno donde echarás las simientes del Reino; un lenguaje apropiado a los tiempos de las nuevas tecnologías de información. Lo que sí es cierto es que,  cualquiera que sea el lugar adonde vayas y las personas que evangelices, solo encontrarás la vida dando de tu vida, sembrarás esperanza siendo tu esperanza,  pondrás amor amando tu hasta el extremo.

Perteneces a una nueva época de la vida consagrada, marcada por la inter congregacionalidad, la internacionalidad, la inter culturalidad, la inserción en una sociedad más plural y secularizada, en una Iglesia urgida de darles a los laicos su verdadero lugar y misión.  Así se expresa Francisco: “Espero que crezca la comunión entre los miembros de los distintos institutos. ¿No podría ser este Año la ocasión para salir con más valor de los confines del propio instituto para desarrollar juntos en el ámbito local y global, proyectos comunes de formación, evangelización, intervenciones sociales? Así se podrá ofrecer más eficazmente un auténtico testimonio profético. La comunión y el encuentro entre diferentes carismas y vocaciones es un camino de esperanza. Nadie construye el futuro aislándose, ni solo con sus propias fuerzas sino reconociéndose en la verdad de una comunión que siempre se abre al encuentro, al diálogo, a la escucha, a la ayuda mutua y nos preserva de la enfermedad de la autoreferencialidad.” (Ibid).

Hemos escuchado el evangelio a revelación del amor y su consiguiente comunicación: “Como el Padre me ha amado así los he amado yo”: es decir hasta el extremo, hasta el colmo de dar la vida por ti, por mi y por cada uno de los seres humanos de este planeta. Tanto el mandato, como la eucaristía y el sacerdocio, todo lo entregó el Señor de una vez, por anticipado, en el cenáculo, como expresión del colmo de su amor que se verificaría, al día siguiente, en la cruz. Tú también eres hijo del cenáculo. Esa noche estaba allí también tu sacerdocio ministerial. Allí ya el Señor se hizo tu amigo, te eligió y te destinó para que fueras y te hicieras fecundo y produjeras mucho fruto. San Agustín, tu patrono, dice en uno de sus escritos, comentando un texto del libro de los Proverbios (23,1), que tenemos que fijarnos en lo que el Señor nos sirve en su mesa para hacer nosotros también otro tanto con los demás.  Fíjate pues en lo que se te está sirviendo esta tarde; considera la magnitud del don que se está entregando y haz tú lo mismo que tu Señor. Todos los días de tu vida sacerdotal repetirás sus palabras del cenáculo: “¡Hagan esto en memoria mía!”

Que nuestra Señora de la Consolación, Madre del Amor hermoso, te ayude a “resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres para que la alegría del evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz” (Francisco EG Oración final).

Ntra. Sra. de la Consolación, 17 de enero de 2015, Año de la Vida Consagrada



+Ubaldo R Santana Sequera FMI

Arzobispo de Maracaibo

viernes, 16 de enero de 2015

Martirio de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, aprobado para el proceso de su beatificación...

Mis hermanos y hermanas, comparto con todos ustedes la alegría de esta hermosa noticia que nos llega del Vaticano. esperemos que muy pronto se produzca la noticia de su beatificación. Mientras tanto allí tienen la oración para implorar al Señor.

La comisión vaticana que revisó el martirio de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez ha dado luz verde a su proceso de beatificación, al fallar a favor de que el que fuera arzobispo de San Salvador, en efecto, fue asesinado “por odio a la fe”.
 
Ante este fallo, su sucesor, el actual arzobispo de San Salvador y presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), monseñor José Luis Escobar Alas, expresó su beneplácito por la noticia, compartida, sin duda, por toda la Iglesia católica del país centroamericano y de Latinoamérica en su conjunto.
 
“Nos ha alegrado muchísimo la noticia de que por votación unánime la Congregación de los Santos reconoció el martirio de monseñor Romero, confirmando que la causa de muerte fue el odio a la fe, y que llevó a que ofreciera su vida para defender a los pobres”, dijo en conferencia de prensa monseñor Escobar Alas.
 
Según el presidente de la CEDES, el proceso está en los últimos pasos para la beatificación de monseñor Romero., puesto que “en el caso del martirio, no es necesario un milagro”, explicó, “incluso dicen que se puede dispensar la beatificación y de una vez canonizarlo, por eso algunos piensan que ojalá fuera de una vez canonizado”, dijo Escobar Alas.
 
El arzobispo salvadoreño, quien en mayo de 2014 presentó, junto con los obispos de ese país centroamericano al Papa Francisco el programa del “Trienio sobre Monseñor Romero” (2014-2017), en el que se conmemorará el centenario de su natalicio (15 de agosto de 1917), aclaró que son respetuosos del proceso y que están agradecidos con el papa Francisco, “porque después de Dios, ha sido el principal impulsor de esta causa”.
 
Además, hizo un llamado a todos los católicos de El Salvador para que, al final de cada Misa, se eleve una oración pidiendo la pronta beatificación de monseñor Romero. “Tenemos una oración impresa… y le pido a todos los sacerdotes la hagan con el pueblo al final de cada misa”, dijo Escobar Alas.
 
La “Oración para pedir la beatificación de monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez” es la siguiente:
 
Oh Jesús, Pastor Eterno: tú hiciste de monseñor Oscar Romero un ejemplo vivo de fe y caridad, y le concediste la gracia de morir al pie del altar en un acto supremo de amor a ti.  Concédenos, si es tu voluntad, la gracia de su beatificación.  Haz que sigamos su ejemplo de amor por tu Iglesia, por tu Palabra y la Eucaristía; y te amemos en los más pobres y necesitados.  Te lo pedimos por la intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz.  Amén.

jueves, 15 de enero de 2015

EXHORTACIÓN PASTORAL, RENOVACIÓN ÉTICA Y ESPIRITUAL FRENTE A LA CRISIS.

EXHORTACIÓN PASTORAL
RENOVACIÓN ÉTICA Y  ESPIRITUAL FRENTE A LA CRISIS
 
1.    Con profunda y renovada esperanza en Dios, al inicio de este año 2015 los Obispos de Venezuela saludamos a todos los venezolanos, y elevamos nuestras oraciones al Señor por el bienestar y la paz del país. En medio de los problemas que nos agobian, hemos visto en Navidad la luz de Jesús, nuestro Divino Salvador (Lc 2, 9), quien nos anima a ir adelante, en fidelidad a su palabra, para construir un mundo mejor. Confiando en El queremos una vez más compartir con nuestro pueblo algunas inquietudes sobre la actual situación del país, para contribuir a resolver la crisis que enfrentamos.

EN MEDIO DE UNA CRISIS GENERAL 

2.    La primera parte del año 2014 estuvo marcada por una fuerte agitación política y social. En esos momentos los Obispos manifestamos firmemente nuestro rechazo a toda violencia, fuera cual fuera su origen y autores, pues ella produjo un saldo de 43 muertos y muchos heridos, lo cual deploramos sin hacer distinción de sectores sociales o políticos; denunciamos el uso excesivo de la fuerza en la represión de las protestas, así como la detención de miles de personas, muchas de ellas todavía hoy en prisión, o sujetas a presentación ante tribunales penales o a otras medidas restrictivas de libertad; y manifestamos nuestras condolencias y solidaridad con las víctimas y sus familias. Hay abundantes denuncias de violaciones de derechos humanos e incluso de torturas a los detenidos, que deben ser atendidas y sancionados los culpables de estos delitos.

3.    Esa grave crisis planteó la necesidad de un diálogo entre dirigentes del gobierno, de la oposición y de otros sectores. Gracias, entre otras cosas, a los llamados del Papa Francisco y a la participación del Nuncio Apostólico de Su Santidad, S.E Mons. Aldo Giordano, se dio inicio a un diálogo que lamentablemente no pasó de los primeros encuentros.

4.    A esta situación se ha unido en los últimos meses la angustia generalizada del pueblo por la crisis económica que sufrimos, pues se ve sometido a dificultades nunca vistas para tener acceso a artículos de primera necesidad. Una deuda externa gigantesca, que hipoteca el futuro de los venezolanos, la inflación desbordada, la devaluación de nuestra moneda, el contrabando de extracción y el desabastecimiento de productos básicos han generado el empobrecimiento creciente de amplio sectores de la población, particularmente los de menos recursos económicos. Esta crisis se acrecienta por la corrupción administrativa, el centralismo, el saqueo de las divisas del fisco, la reciente baja de los precios del petróleo, y por la ineficacia de las medidas y planes que está aplicando el Gobierno Nacional para enfrentarla.

5.    También nos encontramos en una situación de violencia social cada vez peor. El lenguaje ofensivo, la descalificación sistemática a toda opinión contraria, incitan al fanatismo y a la irracionalidad. La crisis de inseguridad pública es intolerable. Lamentablemente los esfuerzos y programas desarrollados por el gobierno para controlar este flagelo han resultado ineficaces. A esto se suman graves problemas en el campo de la salud, como el de  epidemias virales no enfrentadas con eficiencia, la carencia de medicinas, insumos y equipos médicos en todo el país. Por otra parte, la muerte de más de cuarenta internos en el presidio de Uribana revela una situación trágica en nuestro sistema carcelario, que debe ser reformado totalmente.



UN CAMINO EQUIVOCADO

6.    El mayor problema y la causa de esta crisis general, como hemos señalado en otras ocasiones, es la decisión del Gobierno Nacional y de los otros órganos del Poder Público de imponer un sistema político–económico de corte socialista marxista o comunista. Ese sistema es totalitario y centralista,  establece el control del Estado sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y privadas. Además, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones y ha conducido a la opresión y a la ruina a todos los países donde se ha aplicado.

7.    Esta decisión se evidencia, entre otras cosas, en el desprecio de cualquier propuesta que no sea la oficial, en el desarrollo de una hegemonía comunicacional que entraba y limita la actuación de medios independientes, en el propósito de controlar los sindicatos, en la persecución por vía judicial de la disidencia política, en la multiplicación de leyes, normativas y procedimientos que dificultan la acción del sector privado, incluso de aquellas organizaciones sin fines de lucro que se dedican a promover obras de beneficio social. Así mismo se manifiesta en la reciente designación de los Rectores del Consejo Nacional Electoral, de algunos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y de las autoridades del Poder Ciudadano de acuerdo a intereses partidistas, la cual no refleja la pluralidad política del país y de la Asamblea Nacional, y ha llevado al cuestionamiento legal y ético de los procedimientos usados. De nuevo afirmamos: el socialismo marxista es un camino equivocado, y por eso no se debe establecer en Venezuela.

URGENCIA DE CONCERTACION Y DIALOGO EFICAZ

8.    Por todas estas razones proponemos nuevamente el diálogo como la vía indispensable para lograr la concertación y resolver los graves problemas de nuestro país. Ahora bien: un diálogo  sincero y eficaz que prevea cambios y acuerdos en bien de todos, solo es posible con una esperanza trascendental que ponga en movimiento a la mayoría de los venezolanos - de todas las tendencias políticas-  con los valores indispensables para la regeneración del país. Por otra parte, la Asamblea Nacional debería ser la primera instancia de diálogo y  respeto de la pluralidad política de Venezuela.

9.        Para lograr la concertación es preciso el respeto absoluto a los derechos humanos, y  descartar la violencia excesiva en el control de legítimas manifestaciones del pueblo por parte de los funcionarios del Estado. También es necesario liberar a los presos políticos y no utilizar el sistema judicial para amedrentar e inhabilitar a adversarios políticos. La libertad de expresión y la existencia de medios de comunicación independientes deben ser respetadas.

10.    El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos luego de 53 años de enfrentamientos, propiciado por la mediación del Papa Francisco, revela que posiciones intransigentes y radicales, son estériles, y finalmente deben dar paso al encuentro y  al diálogo.

LLAMADOS A LA RESPONSABILIDAD

11.    El Gobierno Nacional y todas las autoridades deben asumir su responsabilidad en solucionar los problemas que vive el país, activando los correctivos necesarios para evitar el empeoramiento de la crisis. Los dirigentes de los órganos del Poder Público, más allá de los procedimientos con que fueron designados, deben ejercer sus cargos con imparcialidad y justicia, teniendo en cuenta que Dios y la Patria juzgarán y castigarán a quienes cometan cualquier injusticia y quebranten el juramento de actuar bien.

12.    De igual manera los líderes de los diversos sectores políticos, empresariales, laborales y culturales, deben participar en la solución de dichos graves problemas. Los líderes de la oposición están en la obligación de presentar un proyecto común de país y trabajar por el bien de Venezuela, superando las tentaciones de personalismo. El estamento militar debe actuar con la imparcialidad postulada por la Constitución. Las fuerzas políticas y el pueblo venezolano en general deben rechazar todo tipo de violencia. Si actuamos todos con el arma de la no violencia, podremos reconstruir la convivencia social, el orden constitucional y la paz interna de la República.

13.    Y cabe subrayar que cada uno de nosotros, como ciudadanos, tiene responsabilidades políticas que no puede delegar. En el ejercicio de esa responsabilidad debemos ejercer y defender activa y firmemente, siempre con medios pacíficos, nuestros derechos y los derechos de los demás, y exigir el respeto a las condiciones necesarias para una convivencia nacional justa, pacífica y provechosa para todos.

ELECCIONES PARLAMENTARIAS

14.    Una oportunidad estupenda para ejercer esa responsabilidad política en este año son las elecciones para la Asamblea Nacional. Los actores políticos deben postular a personas debidamente seleccionadas y capaces, de alta responsabilidad, cualidades morales y espíritu de servicio al pueblo. Llamamos a todos los electores a participar, pues del voto de cada uno de nosotros dependerá la composición de la futura Asamblea, factor importantísimo en la solución de los problemas del país. El Consejo Nacional Electoral tiene la ineludible obligación moral de actuar con transparencia e imparcialidad, sin promover cambios que lesionen la justicia y la representación equitativa de la población. Le corresponde también la obligación de perfeccionar el sistema electoral de manera que no haya ventajismos de ningún grupo, y que no se utilicen los recursos del Estado para promover  ninguna candidatura.

REFORMAS ECONOMICAS Y RENOVACION SOCIAL

15.    El sistema económico que está imponiendo el Gobierno Nacional es, a todas luces, ineficaz. Es necesario que, dejando a un lado concepciones ideológicas rígidas y fracasadas así como el afán de controlarlo todo, el Gobierno impulse reformas que eliminen trabas a la producción, detengan la inflación,  y solucionen el desabastecimiento y la carestía de los artículos de primera necesidad. Entre otras cosas promoviendo la actividad privada en la economía, consagrada en la Constitución.

16.    Venezuela necesita un nuevo espíritu emprendedor con audacia y creatividad. Es urgente estimular la laboriosidad y la producción dando seguridad jurídica y fomentando empresas eficientes, tanto  públicas como privadas. Pero también es necesario observar una conducta ética, recta y honesta. Recordemos que la corrupción, cobrar indebidamente por cualquier trámite, la especulación en los precios, querer ganar dinero sin trabajar, el fraude, son graves males y pecados que deben ser desterrados de la vida nacional y de la conducta de todos los ciudadanos, en particular de los funcionarios del Estado.

17.    Los cuerpos de seguridad deben urgentemente actuar con mayor empeño y efectividad en el marco de la Constitución y las leyes para garantizar la seguridad personal y patrimonial de los venezolanos, combatir eficazmente la inseguridad, y someter a la delincuencia, que tanto dolor causa en todos los sectores sociales. En el mundo obrero hay que respetar y defender los derechos legítimos de los trabajadores a la organización sindical. En el campo de la salud el  Gobierno Nacional debe afrontar las graves deficiencias actuales, mejorar la red de los servicios públicos hospitalarios y asistenciales, y solucionar pronto y definitivamente el desabastecimiento de medicinas y equipos médicos.

18.    Para lograr una profunda renovación social es preciso que todos fomentemos y apoyemos con fuerza la unión familiar, pues la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Deploramos la emigración de miles de venezolanos, que desintegra las familias y constituye un empobrecimiento de nuestro talento humano. Hay que promover también, a todo nivel, un nuevo clima nacional de convivencia, de fraternidad, de entendimiento, ajeno al enfrentamiento, a la exclusión y a la polarización. Esto es muy necesario especialmente en las comunidades de los recientes desarrollos residenciales de la Gran Misión Vivienda Venezuela, para ayudarlas a convivir como buenos vecinos y hermanos en una situación nueva para ellos.

RENOVACION ETICA Y ESPIRITUAL

19.    La grave crisis que confrontamos en Venezuela revela una situación aún más profunda: una crisis moral, de valores, actitudes, motivaciones y conductas, que es preciso corregir. Tenemos que superar actitudes como el afán de riqueza fácil y la corrupción, la soberbia política, la prepotencia y el ansia del poder, el egoísmo, la pereza, el odio y la violencia. Y hemos de rescatar los principios de legalidad, legitimidad y moralidad que sustentan el entramado de la convivencia social. Estamos convencidos de que es posible una Patria en la que impere la democracia, con instituciones eficaces y saludables, donde cada persona y la sociedad entera puedan desarrollar sus iniciativas, superarse y comprometerse con la promoción del bien común. Es necesaria la práctica de las virtudes personales y cívicas, de lo cual fue preclaro ejemplo el Venerable Dr. José Gregorio Hernández

20.    Por eso, como pastores de la Iglesia en Venezuela, hacemos un insistente llamado a la conversión moral, y al cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios. Es necesario que escuchemos y cumplamos la palabra de Dios, camino hacia la felicidad personal y social (Lc 11, 28), que nos invita a reavivar lo mejor de nosotros mismos: el amor al prójimo para construir juntos una Venezuela renovada donde florezcan la vida digna y los derechos de todos.

21.    Esta crisis nacional no será resuelta en su totalidad sin una renovación moral y espiritual que lleve a líneas concretas de acción. No podemos creer en Dios y actuar de cualquier manera. Rechacemos la injusticia, la corrupción y la violencia como males morales que hunden al país, y vivamos de acuerdo al proyecto del Reino de Dios predicado por Nuestro Señor Jesucristo. Como nos recuerda el Papa Francisco: “se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos” (Evangelii Gaudium 180).

EN CRISTO PONEMOS NUESTRA ESPERANZA

22.    Queridos hermanos y hermanas: este dramático análisis que hacemos con dolor, nace de nuestra cercanía al pueblo que sufre, y de la misión pastoral que nos impulsa a ser promotores de la dignidad humana y de la paz. Nos sentimos solidarios con quienes se sienten particularmente inquietos, afligidos y angustiados por la actual situación. Manifestamos nuestra determinación y compromiso de renovación personal y comunitaria en la línea de las exigencias del Evangelio proclamadas por el Papa Francisco, y de continuar trabajando para llevar firme esperanza y el consuelo de Dios a los más  necesitados, en la línea de la opción por los pobres. 

23.    En medio de esta crisis, proclamamos: Cristo crucificado y resucitado es nuestra esperanza. El venció la adversidad y el mal. El nos da su Espíritu Santo para  renovar el mundo. La esperanza no es pasividad ni conformismo. A pesar de las dificultades que se vislumbran para el presente año, los cristianos sabemos que estamos en manos de Dios. En Jesús, “Dios con nosotros” (Mt 1, 23), ponemos nuestra confianza. Sin derrotismo, actuemos con entusiasmo para superar la crisis que enfrentamos.

24.    Con estos sentimientos y con gran afecto, imploramos sobre todos los habitantes de nuestra querida Patria las bendiciones de Dios y la maternal protección de María Santísima, la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela. Amén.

Caracas, 12 de enero de 2015

sábado, 3 de enero de 2015

HOMILÍA EN LA FIESTA DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR 2015

HOMILÍA EN LA FIESTA DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR 2015
Muy queridos hermanos,
La fiesta de hoy es muy popular en nuestro país. Estamos acostumbrados desde pequeños a ver representar la escena de la llegada de los tres Reyes Magos, uno blanco, uno negro y otro amarillo, montados sobre sus camellos, trayendo en sus cabalgaduras regalos para el niño Dios que vienen a adorar. Hasta nombres le hemos puesto a cada uno de ellos: Melchor, Gaspar y Baltasar. La sencillez y la ingenuidad de estas imágenes nos pueden sin embargo esconder el núcleo del mensaje que trae este evangelio de San Mateo. Por eso los invito a detenernos ante el texto y repasar su historia. Es el mensaje de la salvación universal en Cristo Señor.
Mateo no dice que eran reyes. Solo magos procedentes del Oriente. La palabra magos no designa necesariamente gente dedicada a la magia sino astrónomos, que escrutan los astros y tratan de ayudar a la gente con su sabiduría. Del oriente para los judíos no puede venir nada bueno. De allá vinieron los persas, los babilonios, los asirios, poderosos imperios invasores que los mantuvieron sometidos a su pesado yugo opresor. Allá fueron desterrados por 70 años. Tierra poblada de  paganos opresores, de idólatras que ignoran al verdadero Dios y adoran los astros y los fenómenos celestes.
Pero sorprendentemente es precisamente de allá que van a venir ahora gente completamente diferente. Estos magos, estudiando las estrellas,  han descubierto una nueva y llegan a la conclusión, aplicando la lógica y  su sabiduría, de que esta Nova es la señal del advenimiento del anhelado y esperado salvador que va a nacer en el pueblo judío.  Deciden sin más dilación salir en su búsqueda hasta encontrarlo. Según sus datos humanos, se imaginan que lo hallarán en la capital, Jerusalén, en el palacio real de la ciudad y hacia allá se dirigen. Al enterarse de su llegada el rey Herodes se sobresalta. ¿Cómo? ¿Un nuevo rey de los judíos? Si él es el que ha sido nombrado por el emperador romano rey de los judíos. No puede haber otro y si lo hubiese hay que eliminarlo de una vez.
Herodes consulta a las autoridades religiosas judías. Los letrados y sumos sacerdotes saben dónde según las Escrituras, va a nacer el Mesías pero no hacen absolutamente nada para ir a corroborarlo, dar con el Mesías y adorarlo.  Esto es lo que encontrará Jesús a lo largo de toda su vida: rechazo frontal de las autoridades políticas e indiferencia y hostilidad de parte de los dirigentes religiosos. Al final los dos poderes se confabularán con los romanos para acabar con él. Solo los pequeños, los sencillos y los buscadores sinceros de la verdad, como estos magos, lo acogerán y se prosternarán ante él reconociendo su señorío mesiánico.
Los Magos prosiguen su camino. A sus conocimientos científicos se ha añadido la iluminación de las sagradas escrituras pero es la estrella la que, de allí en adelante, los va a guiar. Unas veces se esconde, otras veces aparece llenándolos de inmensa alegría. Por fin ésta se detiene donde está el niño con María, su madre, y  cayendo de rodillas ante él lo adoraron. Después, ponen a su servicio las riquezas que traen y los tesoros más valiosos que poseen. De allí en adelante su vida será otra. Dice el evangelista que no regresaron por la capital sino por otro camino. El camino cristiano de los seguidores de Jesús. Este Niño puede contar con ellos pues lo reconocen como su Rey y Señor. El Papa Francisco dice al inicio de su Exhortación que “la alegría del evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús.” (EG 1)
De los magos no sabemos más nada pero han cumplido su misión. Han llegado a la meta. Han encontrado al que buscaban.  Y seguramente como los pastores “se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que había visto y oído”  (Lc 2,20) y contaron todo lo que se les había dado a conocer de ese niño. Con ellos se inicia ya la difusión del cristianismo en el mundo.  Y para nosotros, hermanos, ¿se nos ha dado también la gracia de este encuentro?  Francisco nos dice que “cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20).
Para nosotros celebrar hoy la fiesta de la Epifanía es colocar nuestros pasos tras las huellas dejadas por los magos cuando regresaron a su patria por otro camino. Venezuela está reclamando a gritos que los cristianos y los hombres y mujeres de buena voluntad nos pongamos de acuerdo, más allá de nuestras diferencias políticas e ideológicas, para construir el país por otro camino. Nuestra Iglesia también está necesitando que los católicos salgamos de nuestra pasividad y nos atrevamos a transitar por otros caminos. No basta saber las Escrituras. Hay que ponerse en camino, salir de las rutinas. Nuevamente el Papa nos  apremia: “Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco, sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (EG 23). Vamos a tener una gran oportunidad con la realización el próximo mes de julio de la Asamblea Nacional de Pastoral.
Dentro de poco será el momento de la consagración del pan y del vino y nos pondremos de rodillas para adorar a Jesús que se hace presente bajo las especies eucarísticas. Los Magos se bajaron de sus camellos, se bajaron de la altura de su ciencia astral, se abajaron de su orgullo ante el niño de Belén, se pusieron de rodillas y lo adoraron. Luego cambiaron de vida y se regresaron a su casa por otro camino.  Ante el hermoso gesto de estos hombres  nosotros tenemos que hacernos algunas preguntas decisivas: ¿ante quién nos arrodillamos nosotros?  Rodilla en tierra si pero no para matar ni idolatrar ningún ser humano. Solo ante el Santísimo Sacramento. Solo ante la hostia consagrada. Solo ante un hermano herido que hay que recoger en el camino y socorrer con prontitud.

¿Cómo se llama el «dios» que adoramos en el fondo de nuestro ser? Nos decimos cristianos, pero ¿vivimos adorando al Niño de Belén? O ¿nuestros dioses verdaderos son “tesoros de la tierra que la polilla y la herrumbre echan a perder y que los ladrones, perforando los muros, pueden  robar”? (Mt 6,19-20) ¿Ponemos a los pies del Niño Dios nuestras riquezas y nuestro bienestar, nuestra misma  vida para que sirvan a hacer realidad el pedazo de Evangelio de  fraternidad, de  justicia y de  paz que nos toca a nosotros concretar? ¿Estamos dispuestos a escuchar su llamada a entrar este año en el reino de Dios y su justicia?
Cuando los magos, guiados por la estrella, dieron con el niño, allí a su lado estaba su Madre María “conservando todas estas cosas en su corazón”. La estrella que nos puede guiar este año hacia Jesús y enseñarnos suficiente humildad para arrodillarnos ante él y adorarlo se llama María. Así la llaman nuestros pastores: la Estrella de la Evangelización. Dejémonos guiar por ella, que sea nuestro seguro e infalible GPS que nos ponga a los pies de Jesús, que está en la eucaristía, en los evangelios y en los cuerpos y corazones heridos de los pobres y necesitados de amor.

+Ubaldo  R Santana Sequera FMI
Arzobispo de Maracaibo



Oración de fin y principio del año...

Al inicio de este año comparto con ustedes esta oración por si les puede ayudar a volar más arriba de las tempestades como los aviones que quieren evitar las turbulencias. Dios los bendiga...

Oración de fin y principio del año

PADRE DIOS, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, 
por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice el año anterior,
 el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir
para bien de mi familia y de mi país.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas,
los más cercanos a mí y los que están más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por mi pasividad e indiferencia 
ante los acuciantes problemas de mi país.

Por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios cómplices
nuevamente te pido perdón.

Se inicia un nuevo año
lleno de expectativas  de retos
y detengo mi vida ante el nuevo calendario,
libro sin estrenar que quiero escribir siguiendo tus designios; 
 te ofrezco por adelantado cada uno de sus 365 días,
Son todos tuyos y sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Te pido para mí,  los míos, mi país la paz, la justicia, la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con esperanza y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión, de solidaridad y de paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad
 y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno;
que mi corazón se llene sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría 
para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de TI.

Danos a todos un año constructivo y convivencial
 y enséñanos a repartir solidaridad
particularmente a los más necesitados 
de tu amor y de tu misericordia
. Amen!!!

viernes, 2 de enero de 2015

¿Ha muerto una Santa en Venezuela? La Hermana Francisca recibió el último adiós...

La monja dominica que trabajó con los más necesitados de Maracaibo, es considerada “un modelo de la vida religiosa actual”.

Ramón Antonio Pérez - Aleteia
Fotos Cortesía: @GuadianCatolic @MisericordiaAC
Keyla Vilchez / Alberto Barboza

Maracaibo, 02 de enero de 2015.- Venezuela y Colombia, y de manera especial, los habitantes de Maracaibo, en el estado Zulia, mostraron su profundo pesar por el fallecimiento de la “Hermana Francisca”, y no han dejado de estar presentes en los oficios religiosos que se han hecho para honrarla, como fue evidenciado durante su traslado al cementerio San José de esta ciudad donde fue enterrada el 1 de enero.

Una peculiar frase se ha repetido en medio del dolor que durante el fin de año 2014 y comienzos de 2015, entristeció a los católicos venezolanos: “¡Ha fallecido una santa!”.



El Arzobispo de Maracaibo, Monseñor Ubaldo Ramón Santana Sequera, tras conocer el deceso de la monja dominica, la definió como “uno de los hermosos pilares de la vida consagrada en la arquidiocesis de Maracaibo y modelo de la vida religiosa actual”. 

Y tras ser consultado sobre la posible apertura de su Causa de santidad ante El Vaticano, explicó: “5 años han de pasar antes de iniciar la causa de canonización de alguna persona que se considere haya muerto con fama de santidad”.


La defunción se produjo el martes 30 de diciembre de 2014, a los 98 años, luego padecer de una neumonía bilateral y derrame pleural que le fue diagnosticada. Al conocerse la noticia, los fieles católicosentre lágrimas y oraciones,  se apostaron en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Maracaibo para recibir sus restos mortales. 


Allí fue velada en capilla ardiente por espacio de 24 horas, no solo acompañada por el pueblo sencillo que la amaba, sus hermanas religiosas e integrantes de la Casa de la Misericordia que fundó en 1991, sino también por las autoridades religiosas, civiles y militares de la entidad que la cobijó desde el año 1975.

Aunque miembros de la Casa de la Misericordia habían informado que su estado de salud mejoraba, la debilidad de su cuerpo, le facilitó la antesala a la Patria Celestial. "La partida física de la religiosa fue a las 10:45 de la noche a causa de un paro cardíaco", informó Jesús Reyes Borjas miembro de la organización fundada por la religiosa.

Tras la llegada del cuerpo a la Basílica hubo muchas muestras de dolor. Una de estas personas fue Aura Robles, del sector Indio Mara, quien manifestó sentirse dolida pero a la vez tranquila, pues asegura que la Hermana desde los cielos seguirá sanando y orando por este pueblo que le dio cobijo.

La hermana es una santa, y los zulianos le vamos a estar eternamente agradecidos por todo el amor que nos brindó", dijo a la prensa.

Orígenes de la Hermana Francisca

Ana Josefa Tobón Arbeláez, mejor conocida como “Hermana Francisca”, nació en Carmen de Viboral, en Colombia, el 16 de febrero de 1916. Tuvo cinco hermanos y tres hermanas. Su única hermana sobreviviente se llama Inés, tiene 90 años, y vive en Medellín. 

Ingresó a la Congregación de las Dominicas de la Presentación a los 18 años asumiendo identidad como Francisca de los Ángeles. Cumplió 76 años dentro de la congregación, pero realiza sus primeros años como religiosa en Colombia.

Desde que arribó a Maracaibo, en 1975, entregó su vida a ayudar a los más necesitados. “Para todos tenía una palabra, un consuelo”, coinciden en afirmar quienes la trataron directamente. “Y no se cansaba de repetir un consejo: tres avemarías al despertarse, al dormir y no faltar a la misa”.

En 1991 fundó la Casa de la Misericordia, con la que ha colaborado en la sanación física y espiritual de muchas personas. Por su centro pasaron destacados líderes sociales, políticos y artistas, tanto venezolanos como extranjeros, quienes se acercaron a la religiosa buscando una palabra de consuelo y orientación.

Uno de estos ejemplos es la cantante puertorriqueña Olga Tañón, quien se consideró amiga de la religiosa y en diversas ocasiones la visitó en Maracaibo.

Tengo una mezcla de mucha alegría por todo lo que nos diste a todos los que te conocimos, a los pobres de vida y a los de corazón”. Tu pasada por la tierra estuvo llena de enseñanzas. Nos reafirmaste nuestra Fe en nuestro Jesús de la Misericordia y su amada Madre María en su inmenso Amor para con todos nosotros”, escribió en su Facebook la afamada cantante de merengues al conocer la noticia.

Por su parte, el Padre José Palmar, expresó en Twitter lo siguiente: “Todos venían descansar del yugo donde la Hermana Francisca, que los atendía y escuchaba con maternal predilección”. Posteriormente agregó en @PadreJosePalmar: “fue siempre la santa consejera y madre protectora de los sacerdotes”.


De modo que con su partida, no son son pocos los que han afirmado que en Venezuela falleció una nueva santa de la Iglesia Católica, solo bastará que se cumplan los lapsos explicados por Monseñor Ubaldo Santana para que el proceso se realice, según las normas determinadas en este tipo de caso. “Damos gracias a Dios por su consistente testimonio de amor por los pobres”, reiteró el Arzobispo de Maracaibo.







Saludos Cordiales.

Ramón Antonio Pérez
Periodista CNP: 14.781

jueves, 1 de enero de 2015

FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2015

FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO
 
En los primeros días de este año 2.015 que el Señor nos regala, es propicia la ocasión para hacer un balance de vida del año recientemente concluido y hacer propósito para el que hemos iniciado. Mirando hacia atrás vemos, en primer lugar,  una montaña de beneficios y dones que Dios, en su infinita bondad, nos ha concedido. Por eso, elevamos nuestro corazón y decimos: “en verdad, es justo y necesario, darte gracias, siempre y en todo lugar”. Pero también vemos otra montaña formada por nuestras faltas, defectos, pecados, y, como el publicano en el templo, indignos de levantar nuestra mirada, de corazón, le decimos “ten piedad de nosotros que somos pecadores”. Pero lo más importante es que dirigimos nuestra mirada adelante, a este nuevo año que iniciamos, quizá haciéndonos la señal de cruz, le decimos al Señor que lo queremos vivir cerca de él, que nos conceda su  gracia para que, en medio de las dificultades y  el dolor, nunca nos apartemos de él.

Este nuevo año 2.015, es como un libro nuevo que el Señor nos concede, tiene 365 hojas y en él debemos escribir la historia de nuestra vida y también la historia de nuestra relación cotidiana con el Señor. Querido hermanos, permítanme darles algunos consejos para que le saquemos frutos de vida eterna a este nuevo año.
.-  Tengamos  la actitud de la Santísima Virgen María “María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. El cristiano de este siglo, para que realmente sea “cristiano”, es decir, “seguidor de Jesús”, “con los mismos sentimientos de Cristo Jesús”, debe ser místico, debe tener una experiencia personal con él. No basta que tenga un “barniz”, o sea, religioso desde el punto de vista sociológico, o emotivo, pues tendrá que ir contra corriente. Mientras más estemos en Dios, tendremos más serenidad, capacidad de ver las cosas con objetividad y acertaremos más en nuestras decisiones. No olvidemos nunca que nuestra existencia está repleta de decisiones. Me comentaba un sacerdote muy cercano a mi persona : “Un amigo piloto que hacía vuelos trasatlánticos solía pedirme la bendición de viaje antes de iniciar esos largos recorridos. Un día en el que el tiempo andaba muy revuelto por las tormentas y él se disponía a realizar uno de estos desplazamientos, le manifesté mi preocupación por las condiciones meteorológica, y me dijo: no te preocupes, es cuestión de subir un poco más. Arriba no hay turbulencia…”. 

.- Cumplir el deber de cada día, pues es el camino que nos llevará al encuentro con Dios. No hacer cosas extraordinarias sino hacer extraordinariamente bien las cosas ordinarias, para escuchar la alabanza de Jesús: “Muy bien, siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te constituiré sobre lo mucho, entra en el gozo del Señor” Mt. 25, 23. La santidad de vida se compone de muchos actos de amor: honradez, puntualidad en el trabajo, sinceridad, afabilidad en el trato, orden...Cuando alguien sucumbe en su vida y mide el suelo en su caída, no hay que creer que eso obedezca a una causa repentina. Puede ser por dos razones: una formación defectuosa recibida en el principio de su carrera le ha conducido por una senda defectuosa, o una negligencia persistente ha minado poco a poco su virtud y, dejado crecer los vicios, por lo que se  ha precipitado en una lamentable ruina. Casi siempre esta segunda causa está presente cuando no se cumple el deber de cada día.
.-  “Carpe Diem”: «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy» o «vive cada momento de tu vida como si fuese el último» o más claramente “aprovecha el día con intensidad y provecho”. El tiempo para un empresario o un hombre de banca es oro, pero para nosotros, los cristianos, es salvación o condenación. El tiempo es la distancia que nos separa del momento en que nos presentemos delante de Dios, el día de nuestra muerte, con las manos vacías o llenas de buenas obras. Y la experiencia nos dice que “la vida en esta tierra es breve, es corta”. Por eso, no podemos darnos el lujo de “matar el tiempo”, “de aburrirnos”, de hacer que las horas pasen sin hacer algo bueno por los que están a nuestro alrededor. La Palabra de Dios nos exhorta: “anden con prudencia, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, pues pronto viene la noche, cuando ya nadie puede trabajar, “No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. Por consiguiente, mientras hay tiempo hagamos el bien a todos.
 .- Vivamos con alegría, esperanza y optimismo. Somos hijos del Gran Rey que nos defenderá en nuestras batallas contra nuestros enemigos, externos e internos. Secundemos la iniciativa del Papa Francisco: “comuniquemos con gozo la alegría de tener a un Padre, a Jesús que nos amó y se entregó por nosotros, y al Espíritu que viene en auxilio de nuestra debilidad, nos sostiene y nos perdona”.  
Queridos hermanos, apliquemos estos sencillos, pero profundos consejos para que podamos con letra agradable a Dios llenar el libro de este nuevo año que se abre ante nosotros.
El Señor nos bendiga y nos guarde.
Él haga resplandecer su rostro sobre nosotros  y tenga de nosotros misericordia.
Él vuelva hacia la tierra su rostro y ponga en ella su paz. Amén.




Mons. Ángel Caraballo

Obispo auxiliar