jueves, 3 de enero de 2019

HOMILIA NOCHE BUENA 2018 LUNES 24 /12/18 - JE Hernández B. pChulique

HOMILIA NOCHE BUENA 2018
LUNES  24 /12/18

Nos hacemos en esta Noche Buena una pregunta

¿Podemos desearnos EN LA Venezuela de hoy  una FELIZ NAVIDAD?

A esta pregunta respondemos

ESTA NOCHE “SIEMPRE ES BUENA” PARA NOSOTROS LOS CRISTIANOS. PORQUE

Celebramos queridos hermanos que la Palabra que estaba siempre con el Padre y el Espíritu,? esa Palabra que se dejó escuchar en el rumor desde el Antiguo Testamento se hizo carne y habitó entre nosotros.

ESA PALABRA HECHA CARNE ESTA PRESENTE  EN EL HUMILDE PESEBRE DE BELEN Y TAMBIEN EN NUESTROS PESEBRES.

Inaudita sabiduria del Padre, amor insondable del Hijo, irrupcion del amor del Santo Espiritu que actuó en el seno virginal de María y que se manifestará plenamente más tarde cuando nace la Iglesia de Cristo muerto y resucitado .

ADOREMOS HERMANOS CON SU MADRE MARÍA Y SAN JOSE A ESTE NIÑO “RECOSTADO EN EL PESEBRE Y ENVUELTO EN PAÑALES”.

POR ESO
En esta Noche Buena de este diciembre de 2018 podemos desearnos queridos hermanos una Feliz Navidad.

Y ya no nos referimos a los zulianos solamente. Desde cualquier aldea, desde cualquier ciudad o  pueblo todos somos Venezolanos. Seguimos siendo andinos, llaneros, orientales, del centro, del sur, zulianos, pero

ANTE TODO, SOMOS VENEZOLANOS. UNA FELIZ NAVIDAD PARA TODOS LOS VENEZOLANOS.

Le damos  gracias a Jesús, el Señor de Belén junto con ustedes por celebrar esta Navidad 2018 .

Le damos gracias al Señor por todas las Navidades vividas en esta nuestra querida tierra zuliana al calor de la familia, de los vecinos, de los amigos, de los feligreses. 

El recuerdo lleno de honda gratitud y cariño a los que se han ido a la Casa del Padre, nuestras oraciones por ellos, ellos nos esperan en la eterna Navidad.

El saludo de cariño y los mejores augurios a los que se
han ido a otros lugares del mundo. Los llevamos en el corazón, no los olvidamos. Unámonos todos en una plegaria al Niño Jesús de unos por otros.

Somos venezolanos debemos estar unidos buscando restaurar la Patria que nos entregaron nuestros padres , nuestros abuelos, nuestros antepasados. Venezuela los estará esperando como siempre con los brazos abiertos como lo hizo con muchos que vinieron de otros países y se quedaron con nosotros, ustedes que han nacido en esta tierra bendita o la han tomado como segunda Patria.

A los que estamos aquí en el país  y a los que viven en otras latitudes, oremos todos hermanos por Venezuela delante del Niño Jesús, fortalezcamos los lazos de fraternidad, de amistad. Cuidemos nuestros hogares, nuestras familias, preparémonos para una nueva Venezuela .

LE DECIMOS A LA VIRGEN MARÍA Y A SAN JOSÉ, QUE NOS DEJEN A ESE  NIÑO PORQUE NOS HACE FALTA.

ORACION AL NIÑO JESUS. NOCHE BUENA 2018

QUÉDATE NIÑO JESÚS con todos los venezolanos  en esta Noche Buena de 2018. Aquí te necesitamos, queremos que nazcas en cada uno de nuestros hogares, en los hogares de todos los venezolanos, de los que vivimos aquí y de los que andan por el mundo, para que vuelva la esperanza .

Te decimos desde lo más hondo de nuestro ser: Niño Jesús estamos contentos porque has nacido y estás entre nosotros. Quédate con nosotros Jesus, Señor de Belén.
Quédate con los venezolanos que vivimos en esta bendita tierra y los que viven dispersos por muchas naciones.
Que todos te abramos las puertas de nuestras casas y de nuestros corazones, como siempre ha sido a lo largo de tantos años.

Escucha nuestros ”lamentos, nuestros silencios”, haz que “nuestros sueños se hagan realidad” a lo largo del próximo año 2019. Líbranos de la “indiferencia, de la superficialidad , del desánimo”.

Niño Jesus, ayúdanos a levantar nuestras miradas al “amor,  la belleza, la verdad, la justicia.” (carta de los Padres Sinodales a los jóvenes, Oct 2018).

Fíjate en los que están “heridos por la vida” de cada día en  nuestro país. Seca tantas lágrimas de muchos de nuestro pueblo, de los presentes y de los muchos ausentes y da tu sonrisa y tu bendición al hogar de cada venezolano. Dále a nuestra amada Venezuela tu luz para que se abra al futuro que Tú le tienes preparado. Bendícenos Niño Jesús.

Quédate Niño de Belén con tu Madre Santa y San José en nuestros hogares y bendícelos.

Relanza los corazones de este pueblo que busca  caminos de hermandad, de dignidad humana, de paz duradera.

Te necesitamos Niño Jesús,
Te suplicamos que te quedes.
Deseamos que nos acompañes a lo largo del 2019.
Tenemos necesidad de Ti, único Salvador.
Queremos que Tú nos guíes.
Que brille tu estrella para todos los venezolanos dispersos por el mundo, dondequiera que se encuentren.

Feliz Navidad a todos.

Maracaibo,Venezuela 24/12/2018
JE Hernández B.
pChulique

Concordia en Venezuela y reconciliación en Nicaragua, desea el Papa en Navidad.

Concordia para Venezuela y reconciliación para la “querida Nicaragua” son los deseos del Papa, para los países latinoamericanos que aún están sumidos en profundas crisis políticas y sociales. Los pronunció en su tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo). Asomado al balcón central de la Basílica de San Pedro, Francisco saludó la Navidad. Repasó los focos de tensión en los cinco continentes. Imploró la paz para Siria, Ucrania y Yemen. Y clamó por la fraternidad, pese a las diferencias.

“Que este tiempo de bendición le permita a Venezuela encontrar de nuevo la concordia y que todos los miembros de la sociedad trabajen fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población”, afirmó el pontífice, hablando en italiano.

Más adelante añadió: “Que delante del niño Jesús, los habitantes de la querida Nicaragua se redescubran hermanos, para que no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.

El Papa decidió incluir estos únicos dos focos inestables latinoamericanos en un mensaje centrado en la fraternidad. Como es tradición, exactamente al mediodía de este 25 de diciembre y ante una Plaza de San Pedro llena, el pontífice dio su saludo navideño. Recordó el camino de los pastores, los primeros en llegar a la gruta de Belén. “¿Qué nos dice este Niño, que nos ha nacido de la Virgen María? ¿Cuál es el mensaje universal de la Navidad?”, cuestionó. Aseguró que el mensaje es que Dios es un “padre bueno” y nosotros somos todos hermanos.

Es la “fraternidad cristiana”, continuó. Sin ella, los esfuerzos por un mundo más justo no llegarían muy lejos e, incluso, los mejores proyectos corren el riesgo de convertirse en estructuras sin espíritu, siguió. Por eso, confesó que su deseo de Navidad es un deseo de fraternidad.

Solicitó fraternidad entre personas de toda nación y cultura. Fraternidad entre personas con ideas diferentes, pero capaces de respetarse y de escuchar al otro. Fraternidad entre personas de diversas religiones. Jesús ha venido a revelar el rostro de Dios a todos aquellos que lo buscan.

Recordó que Dios quiso hacerse humano, no apareció como un ángel, sino que nació en un tiempo y en un lugar concretos, como hombre. Lo hizo para mostrar que la salvación pasa por el amor, la acogida y el respeto, porque todos son hermanos en la humanidad.

“Nuestras diferencias no son un daño o un peligro, son una riqueza. Como para un artista que quiere hacer un mosaico: es mejor tener a disposición teselas de muchos colores, antes que de pocos. La experiencia de la familia nos lo enseña: siendo hermanos y hermanas, somos distintos unos de otros, y no siempre estamos de acuerdo, pero hay un vínculo indisoluble que nos une, y el amor de los padres nos ayuda a querernos. Lo mismo vale para la familia humana, pero aquí Dios es el ‘padre’, el fundamento y la fuerza de nuestra fraternidad”, apuntó.

Entonces, al pedir que durante la Navidad todos redescubran los nexos de fraternidad que unen a los seres humanos y a los pueblos, pasó revista a los focos de tensión alrededor del mundo, comenzando por la situación en Medio Oriente. Deseó que los israelíes y palestinos retomen el diálogo y emprendan un camino de paz que ponga fin a un conflicto que -desde hace más de setenta años- “lacera la tierra elegida por el señor para mostrar su rostro de amor”.

Clamó porque el niño Jesús permita “a la amada y martirizada” Siria que vuelva a encontrar la fraternidad después de largos años de guerra y que la Comunidad internacional se esfuerce firmemente por hallar una solución política que deje de lado las divisiones y los intereses creados para que el pueblo sirio, especialmente quienes tuvieron que dejar las propias tierras y buscar refugio en otro lugar, pueda volver a vivir en paz en su patria.

Dedicó un pensamiento especial a Yemen, con la esperanza de que la tregua alcanzada por mediación de la comunidad internacional pueda aliviar finalmente a tantos niños y a las poblaciones, exhaustos por la guerra y el hambre.

“Pienso también en África, donde millones de personas están refugiadas o desplazadas y necesitan asistencia humanitaria y seguridad alimentaria. Que el divino niño, rey de la paz, acalle las armas y haga surgir un nuevo amanecer de fraternidad en todo el continente, y bendiga los esfuerzos de quienes se comprometen por promover caminos de reconciliación a nivel político y social”, abundó.

Más adelante auguró que la Navidad fortalezca los vínculos fraternos que unen la Península coreana y permita que se continúe el camino de acercamiento puesto en marcha, para que se alcancen soluciones compartidas que aseguren a todos el desarrollo y el bienestar.

Imploró consuelo para Ucrania, “ansiosa por reconquistar una paz duradera que tarda en llegar”. Precisó que solo con la paz, respetuosa de los derechos de toda nación, el país puede recuperarse de los sufrimientos padecidos y reestablecer condiciones dignas para los propios ciudadanos. Aseguró que se siente cercano a las comunidades cristianas de esa región, y pidió que se puedan tejer relaciones de fraternidad y amistad.

También recordó a los pueblos que sufren “colonizaciones ideológicas, culturales y económicas” viendo lacerada su libertad y su identidad, y que sufren por el hambre y la falta de servicios educativos y sanitarios.

Se dirigió, además, de manera especial, a quienes celebran la Natividad en contextos difíciles, y hostiles, allí donde las comunidades cristianas son una minoría, a menudo vulnerable o no considerada. Deseó que ellos y a todas las comunidades minoritarias puedan vivir en paz y que vean reconocidos sus propios derechos, sobre todo a la libertad religiosa.

“Que el niño pequeño y con frío que contemplamos hoy en el pesebre proteja a todos los niños de la tierra y a toda persona frágil, indefensa y descartada. Que todos podamos recibir paz y consuelo por el nacimiento del salvador y, sintiéndonos amados por el único padre celestial, reencontrarnos y vivir como hermanos”, sentenció.

Fuente: www.lastampa.it