viernes, 17 de julio de 2015

QUIERO MISERICORDIA Y NO SACRIFICIO

17 DE JULIO
QUIERO MISERICORDIA Y NO SACRIFICIO

INVOCO EL ESPIRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, envíanos un rayo de tu luz para que escrutemos la Palabra de Dios, como  Jesús lo hizo con  los dos discípulos de Emaús. Abre nuestro entendimiento a las Escrituras para que, así como ellos la descubrieron en la pasión y muerte de Jesús de Nazaret en Jerusalén, nosotros también descubramos la presencia de la Pascua de Jesús en los sufrimientos de nuestra vida. Que iluminados por ti, entendamos que la cruz no es el final de toda esperanza, sino camino que desemboca en la fuente de la vida y de la resurrección. Danos un corazón puro y sencillo como el de María para guardar tu Palabra, meditarla con atención y llevarla a la práctica, con prontitud y alegría, en nuestra vida diaria. Amén.

LEO EL TEXTO DEL EVANGELIO DE HOY: Mt 2,1-8 (¿Qué dice el texto bíblico?)

En aquel tiempo, Jesús pasaba entre los sembrados un día sábado y sus discípulos, que tenían hambre, comenzaron a arrancar espigas y a comerlas. Al ver esto, los fariseos le reprocharon: “¡Tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado!”. Jesús les respondió: “¿No han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros sintieron hambre?, ¿cómo entró en el santuario de Dios y comió los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros sino solo a los sacerdotes? ¿Tampoco han leído en la Ley que los sacerdotes en el Templo, quebrantan el descanso del sábado y son inocentes de ello? Les aseguro que aquí hay alguien mayor que el Templo. Si ustedes hubieran entendido qué significa: Quiero misericordia, no sacrificio, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado”

PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI, SEÑOR JESUS

MEDITO EL TEXTO (¿Qué me dice el Señor por su Palabra?)

Con este episodio de las espigas arrancadas el día sábado, se inician las controversias y va en aumento la hostilidad contra Jesús y los suyos. El sábado era una de las instituciones sagradas de Israel, y con las progresivas y cada vez más minuciosas legislaciones, fue perdiendo su principal fin humanitario y relegando a la persona del creyente a un segundo lugar. Se llegó al punto de condenar a muerte a quien violara el sábado. Numerosas serán las confrontaciones con Jesús por sus actuaciones el día sábado: todas originadas por la prioridad que le concedió a  personas concretas y a sus necesidades por encima de las estrictas y sofocantes prescripciones rituales.

Con su respuesta, fundamentada en una lectura distinta de la Ley, Jesús no solo defiende a los suyos y sus propia manera de actuar sino abre el entendimiento hacia una nueva comprensión del sábado y, más allá del sábado,  del verdadero lugar que debemos dar a las instituciones religiosas, al culto y a los ritos en general. Por encima del cumplimiento estricto de deberes religiosos, siempre ha de privar la caridad y la misericordia a favor de la persona humana.

Jesús resumirá esta postura con dos famosos axiomas: “El sábado se hizo para el hombre, no el hombre para el sábado” (Mc 2,27). “Quiero misericordia, no sacrificio” (Os 6,6).  Estos dos criterios son dos poderosos faros de luz para determinar nuestro modo de rendir culto a Dios y glorificar su nombre. San Ireneo de Lyon, un gran padre de la Iglesia lo expresó de esta manera: “La gloria de Dios es que el hombre viva”.

ORO EL TEXTO LEIDO Y MEDITADO (¿Qué me hace decir este texto al Señor?)

El tema de la controversia de Jesús es de gran importancia no solo para las comunidades del tiempo de Mateo sino también para las de hoy y para mi personalmente. He de examinarme para ver si pongo el ritualismo y el legalismo (actitud farisea) por encima de las personas y de la misericordia (actitud cristiana).
Cumplir las Leyes es importante siempre y cuando no vayan en contra  de la misericordia y de la caridad hacia el prójimo. Lo primero es lo primero. Los apóstoles Juan y Pedro se acordaron de la enseñanza de Jesús cuando le contestaron  a las autoridades judías: “Es mejor obedecer a Dios que a los hombres” (Hech 5,29). Se obedece a Dios amando y respetando a sus hijos.

ASUMO UN COMPROMISO (¿A qué conversión y acciones me invita esta Palabra?)

Identifico todas aquellas actitudes y comportamientos, criterios de juicio y valoración que no me acercan a mis hermanos sino por el contrario me alejan de ellos. ¿Cómo puedo practicar hoy la palabra de Jesús: Misericordia quiero, no sacrificio?


17-06-15/URSS

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