domingo, 23 de abril de 2017

MENSAJE CON MOTIVO DEL DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA 2017 LA MISERICORDIA DEL SEÑOR ES ETERNA

MENSAJE CON MOTIVO DEL DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA 2017
LA MISERICORDIA DEL SEÑOR ES ETERNA
Hoy nos hemos reunido, como los primeros apóstoles, ocho días después de la Pascua, para glorificar y bendecir todos juntos, “a Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió, renacer a la esperanza de una vida nueva” (1Pe 1,3-4).
Este año damos particulares gracias al Señor porque la celebración de este domingo de la Misericordia, con su prolongado tiempo de adoración del Santísimo Sacramento, las numerosas confesiones sacramentales, la multitudinaria procesión con la imagen de Jesús de la divina Misericordia y la eucaristía de cierre, está llegando a su vigésima edición. Este año bendecimos al Señor por este gran don para nuestra Iglesia, con la presencia de la imagen de Nuestra Señora de Fátima, con motivo del centenario de sus apariciones en Fátima, Portugal.
 El Santo evangelio según S. Juan, que acabamos de escuchar, nos narra la primera manifestación de Jesús a sus apóstoles, la tarde misma del día de su gloriosa resurrección. El evangelista destaca tres gestos del Señor: se hace presente en medio de sus apóstoles; les da su paz y les muestra las llagas de sus manos y costado. Con su presencia el Señor disipa el miedo que acogotaba a su pequeño rebaño y en su lugar colma sus corazones de una inmensa alegría.
Al mostrarles sus llagas, les hace entender que el crucificado y el resucitado son la misma persona. ¡El crucificado ha resucitado! El Resucitado ha vencido la muerte. Su cuerpo ya no lleva las cicatrices de los golpes, latigazos y torturas que inhumanamente le infligieron, pero conserva las llagas de los pies, de las manos y del costado, para dejar clara su identidad y para revelarnos hasta donde fue capaz de llegar en su amor extremo por la humanidad.
Las marcas del crucificado resucitado son el grito eterno del amor redentor de Dios. Su costado abierto es la puerta por donde toda la humanidad tiene acceso a su infinita misericordia. El agua y la sangre que brotaron de su corazón, por el lanzazo del centurión, representado en el cuadro de Santa Faustina con rayos de distintos colores, es un manantial de vida con suficiente potencia para acabar con todas las muertes, eliminar todos los males del mundo, perdonar todos los pecados habidos y por haber que los hombres podamos cometer. ¡Si, la misericordia del Señor es eterna y su amor no tiene fin!

Junto con la paz y la alegría, el Resucitado trae consigo otros dones. Abiertos nuevamente los corazones a la gracia, Cristo inicia con ellos una nueva creación: les entrega una formidable misión: la de reconstruir el mundo y las relaciones humanas sobre el fundamento de la paz. “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado así los envío yo”. Para llevar a cabo tan formidable empresa es necesario que expulsen los miedos que paralizan a los seres humanos y los vuelven cobardes y transformar de raíz las relaciones humanas con la fuerza del perdón y de la reconciliación. “A quienes les perdonen los pecados les quedarán perdonados y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
 El cumplimiento de este mandato misionero, estará plagado de pruebas y dificultades A los apóstoles les esperan grandes pruebas. San Lucas las narrará en el libro de los Hechos de los Apóstoles: el mundo los odiará, serán amenazados., perseguidos, arrastrados ante tribunales, encarcelados, Pero nada detendrá a los apóstoles del Señor, porque ya están seguros de que el Señor está siempre con ellos y los llena de la audacia y valentía del Espíritu Santo. Por eso llegarán con su mensaje hasta los últimos linderos del Imperio romano.
Años más tarde, Pedro en su carta, les pedirá a las nuevas generaciones de cristianos la misma fe, la misma entereza, la misma alegría en medio de sus tribulaciones: “Alégrense aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de toda clase, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo”.
Esa misma fe, esa misma audacia, esa misma fortaleza ante las pruebas, esa misma alegría en el anuncio fuerte del evangelio de Cristo es la que se nos está pidiendo hoy a todos los bautizados de esta arquidiócesis y a todos los venezolanos. A nosotros también puede asaltarnos el miedo o invadirnos la tentación de fiarnos tan sólo de nosotros mismos, de nuestras convicciones, ideologías o creencias.

Para romper este cerco del Mal, de las fuerzas malignas que se han apoderado del corazón y de la mente de los que nos dirigen, renovemos hoy nuestra fe en la presencia de Cristo Resucitado en medio de nosotros. Él nos dice: ¡Confíen en mí, confíen en mi misericordia! ¡Yo he vencido el mundo! Oremos intensamente para que el soplo de su Espíritu nos libere de la esclavitud de nuestros miedos, nos ponga de pie y nos haga portadores de alegría y esperanza, de misericordia y de compasión. Solo así llegará la paz que tanto anhelamos.

Mis queridos hermanos y hermanas, coloquemos esta tarde a los pies de la Divina Misericordia presente en esta eucaristía a todo el pueblo venezolano, particularmente al Presidente, y a los demás órganos de los poderes nacionales para que cumplan los acuerdos a los que llegaron en la mesa de diálogo anterior: devolverle a la AN todas sus facultades soberanas, liberar todos los presos políticos, abrir canales humanitarios para que el pueblo no siga pasando hambre ni careciendo de medicina, convocar a las elecciones previstas en la Constitución Bolivariana.
El cumplimiento previo de estos acuerdos ha de considerarse como una condición fundamental para darle seriedad y credibilidad a cualquier otra convocatoria a una nueva ronda diálogo nacional. Además de ello, las autoridades competentes deben controlar las fuerzas militares y paramilitares, para que cese la represión contra las manifestaciones pacíficas que en estos días se están llevando a cabo en el país. En este sentido vaya nuestra palabra de solidaridad con todas aquellas personas que han sido objeto de maltratos e insultos, como los cardenales Jorge Urosa y Baltazar Porras, y a todos lo que de una manera u otra han recibido lesiones y hasta la muerte. A estos últimos encomendamos a la santa misericordia de Dios.
El Libro de los Hechos al presentarnos la primera comunidad cristiana de Jerusalén, destaca la unidad que había entre sus miembros, cómo ponían en común sus bienes y se ayudaban unos a otros. Y nos revela el secreto de esta unidad: escuchaban juntos las enseñanzas de los apóstoles, se congregaban para orar en común y celebraban la eucaristía, que ellos llamaban la fracción del pan. Ese es el modelo de comunidad nacional pacífica y fraterna que debemos construir.
«Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos» (Jn 20,30) nos relata el discípulo amado de Jesús. El Evangelio es el libro de la misericordia de Dios, para leer y releer, porque todo lo que Jesús ha dicho y hecho es expresión de la misericordia del Padre. Sin embargo, no todo fue escrito; el Evangelio de la misericordia continúa siendo un libro abierto, donde se siguen escribiendo los signos de los discípulos de Cristo, gestos concretos de amor, que son el mejor testimonio de la misericordia. Todos estamos llamados a ser escritores vivos del Evangelio, portadores de la Buena Noticia a todo hombre y mujer de hoy. Lo podemos hacer realizando las obras de misericordia corporales y espirituales, que son el estilo de vida del cristiano, especialmente en estos momentos turbulentos que vivimos en nuestra querida patria. Recordemos que “en el atardecer de nuestras vidas seremos juzgados en el amor” (San Juan de la Cruz)
Antes de concluir quisiera elevar una oración muy especial por los jóvenes que están en las calles, en forma valerosa, solicitando un mejor país. Dios les bendiga y de fortaleza en esas jornadas donde arriesgan sus vidas, como dice Isaías (40:29): “El da fuerzas al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna”.
Que nuestra Madre la Santísima Virgen María, que siempre nos ha acompañado en todos los momentos difíciles de nuestra historia, y que esta vez se hace presente a través de la invocación de Nuestra Señora de Fátima, nos bendiga y nos enseñe a perdonarnos, reconciliarnos, tendernos la mano como hermanos, a defender pacíficamente nuestros derechos fundamentales y a construir juntos la paz.
Maracaibo 23 de abril de 2017


+Ubaldo R Santana Sequera FMI
Arzobispo de Maracaibo



martes, 18 de abril de 2017

Comunicado de la CEV: LOS VENEZOLANOS EXIGIMOS EL RESPETO A NUESTROS DERECHOS CIVILES Y A TODOS NUESTROS DERECHOS.

Comunicado de la CEV
LOS VENEZOLANOS EXIGIMOS EL RESPETO A NUESTROS DERECHOS CIVILES Y A TODOS NUESTROS DERECHOS.

1. En estos momentos de gran confrontación política, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana hace a todos los venezolanos un llamado a rechazar cualquier manifestación de violencia y a respetar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos.

2. La democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando el Estado (o el Gobierno) los desconoce o irrespeta, deja de ser un Estado democrático, pierde legitimidad en su desempeño, pues su función es la defensa de todos los ciudadanos independientemente de su ideología política. Los ciudadanos conservan sus derechos, pero los ven disminuidos o anulados. Hay otros factores que niegan la democracia, como es la concentración de los poderes públicos en manos de un solo poder. Esta es la situación actual de Venezuela. 3. Defender los derechos humanos fundamentales, la vida, la libertad, la salud....y los demás derechos de los ciudadanos, es un deber de todo ser humano. Es también un derecho y un deber de la Iglesia y de todos los creyentes, pues lo derechos humanos y civiles no pertenecen exclusivamente al ámbito de lo sociopolítico sino también al religioso. Para los creyentes, en efecto, Dios es el autor de la vida y su protector. El mandato divino "No matarás" es una defensa de la vida. En esta misma línea se inscribe el mandato de proteger la creación y promover una ecología integral.

3. Para los creyentes en Cristo, el mandato va más allá del "No matarás". En el Evangelio, Jesucristo nos manda: Amen a sus enemigos, recen por los que los persiguen (Mt 5,46).El cristianismo es el primero y fundamental humanismo, fundamentado en la voluntad de Dios, lo que El quiere para la humanidad, y en su palabra. 

4. La protesta cívica y pacífica no es un delito. ¡Es un derecho! Su control no puede ser una represión desmedida. La Constitución Nacional la garantiza, las leyes la amparan. La sociedad la reclama y la protege. La Iglesia acompaña y exhorta a los ciudadanos para que sea pacífica. Las marchas cívicas deben ser libres sin más restricciones que las que se derivan del deber de respetar la vida, la propiedad y el bien común.

5. La Conferencia Episcopal Venezolana respalda en todos sus aspectos las declaraciones y actuaciones de los Señores Cardenales Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, y Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida, y de otros pastores de nuestra Iglesia.

6. La Conferencia Episcopal Venezolana pide a todos los ciudadanos, a los creyentes en Cristo y a los hombres y mujeres de buena voluntad, actuar según la recta conciencia, los principios democráticos y las leyes del país, así como ejercer el derecho a la manifestación y protesta pública de manera respetuosa con las personas y propiedades y de modo responsable y pacífico. Cristo Resucitado llama a todos a compartir gestos de reconciliación y a "la búsqueda de válidas soluciones pacíficas antes las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del estado de derecho" (PAPA FRANCISCO, Bendición Urbi et orbi, 16.04.2017)

7. La Conferencia Episcopal Venezolana exige al Gobierno, particularmente al Ministerio Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, a la Guardia Nacional y a los Organismos Policiales respetar en sus actuaciones la dignidad de las personas y el derecho a la libre expresión de la protesta y manifestaciones pacíficas y democráticas.

8. Que Jesucristo Resucitado y su Santísima Madre nos alcancen del Padre Celestial la iluminación para celebrar el histórico 19 de Abril con dignidad, respeto y paz.

Caracas, 18 de Abril de 2017


† Diego Padrón
Arzobispo de Cumaná Presidente de la CEV
Presidente de la CEV


lunes, 17 de abril de 2017

El adoctrinamiento de género llega a la escuela La «mentira» de la ideología de género a los niños: tú eliges ser chico o chica


Esta propuesta, respaldada por la legislación en nuestro país y que se pretende imponer en todos los centros independientemente de su ideario, puede, según expertos consultados por Alfa y Omega, causar «confusión» y «sufrimientos» en jóvenes y adolescentes en proceso de formación. Además de una falta de libertad para quienes no la acepten o la critiquen, pues pueden verse sometidos a sanciones e incluso a la retirada de conciertos en el caso de la educación.
«Hoy a los niños –¡a los niños!– se les enseña esto: que cada uno puede elegir el sexo. ¿Y por qué se enseña esto? Porque los libros son de las personas e instituciones que te dan dinero. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes. Es terrible». «La ideología de género lleva a proyectos educativos y a directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculada de la diversidad biológica entre hombre y mujer». «Me contaba un papá francés que en la mesa hablaba con los hijos, católicos como él y su mujer; y le preguntaba al niño de 10 años sobre qué quería ser cuando fuese grande. “Una muchacha”, respondió. El papá se acordó de que el libro del colegio enseñaba la teoría de género y esto va contra las cosas naturales. Una cosa es que una persona tenga esta tendencia, esta opción, e incluso cambie de sexo, y otra cosa es hacer la enseñanza en la escuela con esta línea para cambiar la mentalidad». «Las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá: “Vete porque eres homosexual”. No. Yo me refiero a esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la teoría de género».
Todas estas palabras pertenecen al Papa Francisco, que no ha dudado en denunciar, en numerosas ocasiones, lo que considera «una equivocación de la mente humana que genera confusión», sobre todo, cuando se intenta imponer a los más pequeños. Además, también recalca el Pontífice la diferencia entre el análisis crítico de una ideología como esta y las personas, a las que siempre hay que acoger.
María Lacalle, doctora en Derecho y profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, ahonda en una entrevista con Alfa y Omega: «La ideología de género defiende que cada uno puede elegir en cada momento de su vida cuál es su género y su orientación sexual, con total independencia de su cuerpo masculino o femenino. Niegan que la humanidad esté formada por hombres y mujeres, y defienden que está formada por sujetos que eligen en cada momento su género en función de cómo se sienten y cómo quieren ser percibidos. Sorprendentemente, se han llegado a definir 112 géneros. Y para que esto pueda hacerse realidad, esta ideología lucha por la deconstrucción de la sociedad y por la abolición de todas las normas, instituciones, usos y costumbres que puedan ser un obstáculo, como el matrimonio y la familia, donde la identidad masculina y femenina, íntimamente relacionadas con la paternidad y la maternidad, son vividas en toda su hondura».
Especialmente vulnerables a este mensaje son los niños y adolescentes, pues varios expertos consultados por este semanario señalan que provoca «confusión, desconcierto y mucho sufrimiento». Dice María Lacalle que en ocasiones, a determinadas edades, se pueden presentar dudas sobre la identidad sexual que en su mayoría se resuelven solas, pero añade que «si en esos momentos de duda se dice a los niños y niñas que pueden elegir lo que quieren ser, lo que son dudas que se resuelven solas se pueden convertir en un problema grave, especialmente si se recurre a procedimientos invasivos y en ocasiones irreversibles, como tratamientos hormonales con serios efectos secundarios o cirugía de reasignación sexual».
Evidencias

Foto: Pixabay
Esta afirmación encuentra soporte en los datos de la Asociación Americana de Psiquiatría, que señala que el 98 % de los varones y el 86 % de las mujeres que durante la infancia confunden su género, finalmente aceptan su sexo biológico tras pasar por la pubertad. Y por esto, otra organización médica americana, en este caso el Colegio de Pediatras, advierte de que «condicionar la educación de los niños haciéndoles creer que la suplantación del sexo biológico es algo normal y saludable, es abuso infantil. Promover la ideología de género de forma generalizada a través de la educación confundirá a niños y padres».
De hecho, María Lacalle la define como «una ideología radicalmente anticientífica», pues rechaza «las evidencias más claras y rotundas como que los seres humanos son hombres y mujeres, lo cual está determinado genéticamente, diferencia biológica que está orientada a la reproducción y a la perpetuación de la especie». «No hace falta ser católico para comprender esto, que es evidente. Aunque es cierto que la fe católica arroja, además, una luz que nos permite comprender en toda su belleza y grandeza el sentido y significado de la masculinidad y la feminidad», subraya.
El neuropsicólogo infantil Nacho Calderón Castro, director del Instituto de Neuropsicología y Psicopedagogía Aplicadas (INPA) es más concreto: «En la adolescencia, sobre todo en varones, pueden surgir dudas sobre la orientación sexual, y más en estos días. Cuando preguntas a un chico que tiene dudas quién le atrae, en el 99 % de los casos es un varón con rasgos femeninos. Entonces, no le atraen los hombres; lo que pasa es que ha descubierto rasgos femeninos en él. Si desde el principio el mensaje que le damos es que ya es homosexual, puede dar un giro que no es real. En el caso de las chicas es menos frecuente, pero lo que está ocurriendo es que empiezan a tener relaciones sexuales muy pronto, pero se sienten insatisfechas afectivamente y pueden llegar a preguntarse si lo que les pasa realmente es que no le gustan los hombres».
Según Calderón, la ideología de género, «como mentira que es», genera «confusión» y, por tanto, «insatisfacción». En su opinión, sus efectos exceden la cuestión de la personalidad hasta llegar a la social. «Siempre la comparo, porque es un paradigma y origen de esta ideología, con el comunismo. El comunismo ha dado consignas que eran falsas y creó una sociedad que ha sufrido terriblemente y sigue sufriendo sus consecuencias. Como el comunismo es falso, cayó como un castillo de naipes, pero en el proceso hubo muchos damnificados. La ideología de género caerá porque la mentira no puede durar mucho, pero va a causar un daño evidente a la sociedad».
Alternativas
María José Mariscal es monitora del curso Teen Star, un programa sobre afectividad y sexualidad que tiene su base en la doctrina de la Iglesia. Ella lo imparte en Granada después de que el Arzobispado pusiese en marcha esta propuesta el pasado mes de diciembre. Trabajan con jóvenes de distintos centros, todos concertados, chicos que están muy influenciados por la ideología de género, y así se manifiesta en las sesiones de trabajo con ellos. En primer lugar, no reconocen que el hombre y la mujer son diferentes y, por ello, les explicamos que «sí lo somos, lo cual no significa desprecio ni discriminación, y se lo enseñamos a través de la anatomía, del funcionamiento del cerebro de cada sexo». «Y lo van entendiendo», añade, aunque reconoce que, en general, los adolescentes y jóvenes tienen «un cacao» con el tema de la homosexualidad. «Ellos ofrecen argumentos razonables como el de “si se quieren, qué más da” y, de hecho, preguntan mucho el porqué de la posición de la Iglesia en este sentido», apunta. Desde Teen Star, se les ofrecen respuestas desde la biología, el entorno en el que viven y en su experiencia personal concreta.
En una línea parecida trabaja la Fundación Desarrollo y Persona, que tiene un programa de educación afectiva y sexual basado en la Teología del Cuerpo de san Juan Pablo II y de las enseñanzas de la Iglesia, aunque como reconoce Eduardo Navarro, uno de sus profesores, «la propuesta no es estrictamente desde la fe». Eduardo hablará de ideología de género, junto a María Lacalle, en las Jornadas Nacionales de Vicarios y Delegados de Enseñanza, que organiza la Conferencia Episcopal Española del 2 al 4 de febrero, que abordarán de forma integral la educación religiosa en la escuela. Reconoce que la mayor parte de actividades las realizan en colegios católicos y parroquias, pero que también pueden ir a colegios públicos. Como a María José, el tema que más preguntas genera es la cuestión de la homosexualidad tanto en las sesiones con los alumnos como con los padres, con quien se tiene una reunión previa. «Debemos dar una respuesta desde la prudencia. Si alguien vive esto con confusión y le causa dolor, le invitamos a hablar con alguien y preguntar. Incluso se le puede acompañar de una forma personal».
Miedo y falta de libertad

Avery Jackson se ha convertido en el símbolo de lo que se ha dado en llamar «revolución de género». Avery es un niño de 9 años que en 2012 empezó su conversión de género y ahora ya no lo es más, sino una niña. Fue la portada de la prestigiosa revista National Geographic este mes de enero. Foto: Twitter
Eduardo habla de prudencia a la hora de abordar estas cuestiones, lo mismo que Nacho Calderón, que afirma que si te posicionas contra la ideología de género y todo lo que se deriva de ella «estás señalado, te llaman homófobo… Te da hasta vergüenza combatirla». «Es un mecanismo bien pensado, como el cuento del rey desnudo. Si dices lo que estás viendo es que eres poco inteligente; por eso no dices que el rey va desnudo. Es asombroso el éxito que está teniendo la ideología de género a pesar de ser una mentira evidente», añade. María Lacalle recuerda que en las leyes aprobadas recientemente en nuestro país, en Madrid o Valencia, aunque les falta todavía un desarrollo reglamentario, recogen un régimen sancionador, que ya se ha aplicado al director del colegio Juan Pablo II de Alcorcón por criticar la ideología de género.
Un miedo y también falta de libertad que provoca que colegios católicos no se atrevan a dar una opinión pública sobre esta ideología contraria al ideario católico, así como a explicar cómo le plantan cara, tal y como ha podido comprobar este semanario después de varias consultas. Todo ello, a pesar de que, según explica Lacalle, también doctora en Derecho, llevar la ideología de género a la escuela va contra el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones, así como contra las libertades de expresión, información y de cátedra, o las libertades ideológica y religiosa.
En Valencia, una ley que se está tramitando en las cortes autonómicas propugna, entre otras cosas, que se puedan retirar conciertos o sancionar a cualquier persona o entidad si no se acepta los postulados de la ideología de género. Sobre ella se manifestó Benigno Blanco, abogado, expresidente del Foro de la Familia, en el propio parlamento autonómico: «Hasta ahora, las opiniones sobre la sexualidad pertenecían al ámbito de la libertad de pensamiento e ideológica de los ciudadanos. De aprobarse esta norma, en la Comunidad Valenciana habrá una visión de la sexualidad asumida por el poder público y, en consecuencia, los ciudadanos que no comparten esa visión o ideología verán restringida su libertad de pensamiento y expresión en la materia. Este proyecto de ley es un peligro para las libertades dada la asunción de ese confesionalismo de género».
No a la discriminación, tampoco a la imposición
María Lacalle sostiene que lo que se está haciendo «bajo el paraguas de la antidiscriminación es imponer la ideología de género, establecer privilegios para dicho colectivo y violar la libertad de todos los que no compartimos esa ideología». «Creo que estamos de acuerdo en que no se puede admitir ningún tipo de discriminación injusta, pero hay leyes como la de Madrid que tratan de imponer una ideología y de reconocer privilegios al colectivo LGTBI violando derechos y libertades reconocidos en la Constitución». La profesora distingue aquí entre ideología y las personas: «Una cosa es defenderse de la imposición totalitaria y otra cosa muy distinta es el respeto a la persona y la actitud de acogida. Todos los niños deben ser acogidos y amados como Dios ama a todos y cada uno. Y los que viven situaciones difíciles deben recibir una acogida muy especial. Lo cual no quiere decir que haya que justificar cualquier cosa».
«Hay que luchar contra la discriminación –explicaba Benigno Blanco en la citada comparecencia– que pervive en la sociedad española contra los transexuales y otros grupos, pero sin pagar el precio de apoderar a los poderes públicos para abandonar su neutralidad ideológica interfiriendo en la libertad de pensamiento, ideológica, de educación y de creencias de los ciudadanos. Cuando se cercenan las libertades públicas no se acaba con las discriminaciones sino que se posibilitan muchas más. Para evitar el sufrimiento de las personas concretas en situaciones singulares lo mejor es dejar actuar a quienes se preocupan por amor de esas personas y no meter al poder político por el medio imponiendo criterios ideológicos a todos. La historia está llena del inmenso dolor que este buenismo político puede generar».

Tomado de: http://www.alfayomega.es/91543/la-mentira-de-la-ideologia-de-genero-a-los-ninos-tu-eliges-ser-chico-o-chica

Entrevista al arzobispo de Maracaibo, monseñor Ubaldo Santana «En Venezuela hay ya un baño de sangre»


En las últimas semanas los obispos venezolanos han endurecido las críticas al Gobierno y, sospechan, empiezan a experimentar las consecuencias.
«No hay derecho a que nuestra gente tenga que sufrir tanto», decía el arzobispo de Maracaibo con lágrimas en los ojos, a un emocionado auditorio en una charla organizada la semana pasada por la iniciativa jesuita EntreParéntesis y la cátedra de América Latina de la Universidad Pontificia de Comillas. A la mañana siguiente monseñor Ubaldo Santana recibía a este semanario durante su visita a la Conferencia Episcopal Española. En particular, dice, le preocupa «la desnutrición infantil» y la falta de medicinas, «sobre todo las que se necesitan para los tratamientos más costosos, como el cáncer o la diabetes». Otro problema serio es, para él «la polarización política» en Venezuela, que dificulta una salida a la crisis. Todo ello –recuerda– acaban de denunciarlo los obispos venezolanos en su recién aprobada exhortación pastoral Jesucristo: luz y camino para Venezuela.
¿Cómo es ahora la relación de los obispos con el Gobierno?
Sigue siendo difícil, quizá ahora más por las últimas intervenciones públicas de los obispos. Se están produciendo ciertas escaladas. Ha habido muchos más robos, asaltos a las parroquias… Vemos allí una forma de actuar que pareciera que estuviera como articulada o concertada. Y se están produciendo últimamente algunos hostigamientos y acosos a los obispos. Podemos decir que esto todavía es inicial, no sabemos si va a aumentar en el futuro, pero indudablemente no han mejorado las relaciones entre la Iglesia y algunos estamentos del Gobierno nacional.
Grupos populares que hayan sido armados, como se ha denunciado en otras partes del país, ¿los hay también en Maracaibo?
Grupos armados los hay en todo el país. En Maracaibo tenemos, además, grupos de delincuentes y pandilleros que parecieran gozar de cierta impunidad. Sabemos que hay mucho hacinamiento en las cárceles y algunas veces las autoridades han optado por la liberación masiva de presos para descongestionarlas. Y tenemos grupos de extorsión que operan en la ciudad, muchos encubiertos por organismos de la seguridad, y no pocas veces reforzados por efectivos de algunos de esos grupos, que de día ejercen el orden y de noche atracan. Y a esto se añade la presencia de los grupos armados irregulares en la frontera, procedentes de Colombia. Aseguran, previo pago de lo que llamamos una vacuna, la protección, el orden y la resolución de los pequeños conflictos vecinales.
¿Paramilitares?
Y guerrilleros, del ELN y de algunas facciones de las FARC, que siguen todavía operando. No todas las FARC se han desmovilizado.
El representante del Papa, monseñor Claudio Mario Celli, habló en noviembre del peligro de un baño de sangre en Venezuela. ¿Hay riesgo de una guerra civil, o más bien de que una parte de la población que está armada actúe contra la otra?
En este momento hablar de una guerra civil sería en términos muy asimétricos. La parte que posee armamento pertenece al oficialismo. Los grupos opositores no puedo decir que no tengan armas, porque hoy el tráfico de armas es incontrolable, pero quizá no en el número y la cantidad de los otros grupos. Eso no significa que no pueda existir un baño de sangre. De hecho, podemos decir que en Venezuela hay ya un baño de sangre de considerables proporciones. Hablamos de cerca de 30.000 asesinatos al año, y si no logramos encontrar caminos pacíficos para entendernos, ese número puede aumentar.
Acaba de celebrarse en Venezuela la primera asamblea de obispos y laicos. ¿Cómo resultó?
El balance ha sido altamente positivo. Se ha palpado una gran sintonía en el sentimiento de los laicos con respecto a la necesidad de un cambio político en el país, y esto lo recogió la exhortación. Hablamos de cómo puede jugar un papel más importante el laicado en la Iglesia y en su acción transformadora en las diversas realidades de la sociedad. También sobre la formación que se está ofreciendo a los laicos y su incidencia, porque vemos que no están suficientemente presentes como católicos en el mundo político, económico y cultural. El tiempo fue corto, pero dio pie a propuestas para futuros encuentros.
En la exhortación lamentan ustedes que la contribución a la paz en Venezuela del Papa ha sido malinterpretada. Ha habido críticas a que esta labor facilitadora del diálogo ha tenido como efecto la desmovilización de la oposición en un momento crítico…
Yo creo que ha sido un efecto indirecto, no buscado. El deseo del Santo Padre era ofrecer su ayuda, a pesar de que se conocía la complejidad del tema y la incertidumbre sobre la posibilidad de llegar a resultados concretos, o que podía aportar una razón para postergar opciones tan importantes como la puesta en marcha del referéndum revocatorio. Por parte del Gobierno se demostró desde el principio que no tenían interés en que se llevara a cabo el referéndum, pero la Santa Sede ha intervenido porque está profundamente convencida de que tarde o temprano tenemos que llegar a una solución pacífica. Es verdad, hubo en un primer momento la sensación de que la Santa Sede estaba actuando por un lado, y la Conferencia Episcopal, por otro…
¿Y era así? ¿Cómo se articula la actuación del episcopado con el enviado del Papa, monseñor Celli, y con el nuncio, monseñor Giordano?
La relación de la Conferencia con la Nunciatura ha sido muy intensa, frecuente y regular, a través de la presidencia de la Conferencia Episcopal. Ahora, cuando la Santa Sede toma la decisión de enviar a un facilitador y escoge primero al nuncio en Argentina, y luego a monseñor Celli, quizá ahí no estábamos nosotros perfectamente informados de quién venía, por qué venía y en calidad de qué, pero eso se subsanó con bastante rapidez, porque en cuanto monseñor Celli pudo, invitó a los obispos a una reunión para aclarar su rol, y los que no pudimos asistir a Caracas recibimos después información del nuncio. Pero la opinión pública no ha sido bien informada. En términos generales, la primera reacción fue de desconfianza y frustración sobre el rol que parecía jugar la Santa Sede, porque parecía más bien un freno y una distracción de lo que en ese momento significaba el enfoque sustancial de lo que se estaba buscando: una salida electoral, pacífica, no violenta, a través del referéndum.
¿Esa salida sigue existiendo? El 10 de enero se entró en los dos últimos años de mandato presidencial, con lo cual, de prosperar el referéndum revocatorio, ya no habría nuevas elecciones, sino que el número dos de Nicolás Maduro asumiría el cargo.
Claro, el referéndum ya no tiene la misma fuerza. Ya no habría un cambio fuerte en la dirección política del país, sino la sustitución de unas personas por otras. Por eso ahora se piensa más bien en elecciones regionales, en elecciones nacionales e incluso algunos hablan del adelantamiento de elecciones presidenciales. Yo creo que lo que más puede encontrar consenso son aquellas opciones que figuran dentro del calendario electoral normal y que más se apegan a las fórmulas constitucionales.

sábado, 15 de abril de 2017

VIGILIA PASCUAL 2017 - HOMILÍA

VIGILIA PASCUAL
HOMILÍA

Muy queridos hermanos,
Con la celebración de esta Vigilia Pascual llegamos al corazón de esta semana mayor y a la culminación del Triduo Pascual. Hemos recorrido toda la Cuaresma para prepararnos a esta fiesta. El pueblo de Israel celebraba la Pascua para conmemorar la liberación de la esclavitud egipcia, el paso del Mar Rojo y la Alianza con Dios en el Monte Sinaí, Nosotros los cristianos, dispersos por el mundo, nos congregamos esta noche en Vigilia de alabanza y oración para celebrar nuestra Pascua, haciendo memoria de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos. Creemos firmemente que la Pascua de Jesucristo, es decir su Pasión, Muerte y Resurrección, es un acontecimiento que no ocurrió para él solo, sino para todos los que creemos en él, Cristo Jesús Resucitado es nuestra Resurrección.
¿Qué ocurrió en una noche como la de hoy hace más de dos mil años, en aquel jardín donde se encontraba la tumba donde había sido colocado el viernes el cuerpo inerte de Jesús de Nazaret? Todo lo que sabemos es lo que nos narran los evangelios y los escritos del Nuevo Testamento. No hay palabras humanas capaces de explicar claramente qué fue lo que pasó exactamente. El hecho es que Jesús ya no está en el sepulcro, se hace reconocer por las mujeres que vienen a embalsamarlo, les hace ver que no necesita eso. Que vayan y anuncien a los apóstoles que él vive. De múltiples maneras se hace presente, valiéndose de un cuerpo glorioso, en los lugares donde están reunidos sus temerosos y asombrados discípulos, derriba sus dudas, abre sus ojos con la luz de la Escritura, llena sus corazones de renovada alegría, les comunica su Espíritu, les ratifica la misión que ya les había encomendado y los capacita para ir como testigos suyos hasta los confines del mundo.
La Resurrección de Jesús no se quedó en el ayer. Sus efectos y consecuencias tienen también hoy impacto sobre la creación, el mundo y sobre cada uno de nosotros. Hoy nuestro Salvador rompe las puertas y los cerrojos de la muerte. Rueda todas las piedras que nos encierran en las tumbas del pecado. Hoy derriba los muros de las prisiones donde nos tienen encerrados nuestras pasiones desordenadas y nuestros vicios. Hoy el Señor nos fuerza para luchar contra todas las fuerzas del mal que nos acosan y nos impiden vivir como hermanos.  Él nos ofrece su victoria para que se vuelva también nuestra victoria.
 Ya no estamos condenados a ser esclavos de nuestros pecados; a vivir sujetos a nuestras pasiones; a dejarnos dominar por el odio o la violencia. Ya la destrucción y la guerra no son nuestro fatal destino. No estamos destinados a destruirnos unos a otros. Con Cristo Jesús, victorioso de la muerte, se han abierto nuevos caminos para acabar con el modelo de vida impuesto por Caín, modelo basado en la violencia, en la dominación del más fuerte y en la opresión de los débiles.
Con Cristo Jesús Resucitado se inicia una nueva humanidad hecha de hombres y mujeres, iguales en dignidad, capaces de construir un modelo de humanidad basada en la aceptación mutua, el respeto de todo ser humano, la cooperación entre todos para alcanzar el bien común, en la fraternidad universal. Esta es la única bandera que podemos levantar los cristianos.
Así vivió Cristo Jesús desde que vino a este mundo.  Desde su hogar de Nazaret, de mano de José y de la Virgen María, aprendió a darle a su vida un profundo sentido de servicio, de entrega total en favor y beneficio de sus hermanos, particularmente los más abandonados, despreciados, maltratados. Cuando leemos los evangelios nos damos cuenta que así fue también todo su ministerio público. Desde que se levantaba hasta bien entrada la noche, dedicaba su tiempo a animar a los decaídos, a enseñar a los sencillos, a curar a los enfermos, a aliviar las cargas, a consolar a los afligidos, a expulsar el demonio de este mundo, a implantar el Reino de su Padre.
Su muerte en la cruz fue consecuencia de este modo de vivir suyo. Su modo de entender la vida en este mundo molestó a las grandes autoridades que vieron amenazados sus poderes y sus bienes terrenos. No encontró la aprobación de los hombres de su tiempo, pero si la de su Padre Dios, En sus manos se abandonó y siempre se fio de Él, en medio de las dificultades y obstáculos. Así fue como se mantuvo firme y no abandonó nunca el camino que Él le había señalado. Fue fiel a sus principios, valores e ideales hasta el final, guiado por la luz poderosa de la Palabra de su Padre Dios y la fuerza de su Espíritu de amor.
Todo lo que compartió en su peregrinar terrestre y ministerio público no era más que un anticipo de la vida nueva que quería compartir con los suyos una vez resucitado. Nunca vivió para sí sino para su Padre y para sus hermanos. Tampoco resucitó para sí sino para glorificar a su Padre y salvar a sus hermanos.  No resucitó solo para sí, sino que resucitó para que todos pudiéramos también resucitar con él y como él. San Pablo clamaba: “Si con él morimos con el resucitaremos”.
Es decir, si vivimos como Cristo vivió y morimos como Cristo murió, resucitaremos como Cristo resucitó. Ese es el camino nuevo que él nos ofrece y en el que nosotros hemos sido introducidos en el bautismo. El Señor Jesús que salió victorioso del sepulcro, concede a todos sus fieles seguidores que han sido sepultados con él en las aguas del bautismo salir de ellas resucitados con la misma fuerza amorosa del Espíritu Santo que lo liberó a él para siempre. Esta es la gran noticia que compartimos con todos los que esta noche se bautizan en las aguas de la vida nueva. Esta es la gran noticia que estamos decididos a vivir y a compartir y por eso con gran alegría ahora nos disponemos a renovar nuestras promesas bautismales.
Vigilia Pascual, 15 de abril de 2017
+Ubaldo R Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo


viernes, 14 de abril de 2017

VIERNES SANTO 2017 - LAS SIETE PALABRAS

LAS SIETE PALABRAS

Juan 19:17-18.- Nuestro Señor Jesucristo, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la calavera, en hebreo, Gólgota. Allí lo crucificaron con otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.
Esta lectura bíblica nos invita a presenciar el drama presentado un día en el calvario. Nuestra mirada debe estar dirigida en el redentor crucificado, y nuestros oídos abiertos para escuchar esa voz sempiterna que ha cruzado todas las edades. 
Cada una de las siete palabras permite visualizar y apreciar la importancia de la cruz. Un mundo en tinieblas, un cordero y una cruz fue lo que se veía durante aquel sacrificio.
¡Virgen de los dolores y Madre nuestra, Madre de todos los tele espectadores y Madre de todos los radio escuchas, ojalá seamos como Tú, que,  acompañaste siempre a Jesús durante su vida, redención y muerte. Madre Santa, que así como Jesús vino a salvarnos aquí en la tierra, podamos nosotros  glorificarlo de manera que, lo adoremos por toda la eternidad, estando  junto a Él y junto a Ti.
Todo esto Te lo pedimos por tu aflicción y martirio, al pie de la Cruz. Asístenos  siempre, Señor,  especialmente en los últimos momentos del combate cristiano, antes de la muerte, y así estaremos seguros que se abrirá la eternidad feliz, en compañía de todos tus santos.
Señor Jesucristo, que, por tu amor agonizaste en la cruz quisiste pagar con tu sacrificio la deuda de nuestros pecados, abre tus divinos labios para alcanzarnos el perdón de nuestros pecados,  ten misericordia de todos los hombres y mujeres que están agonizando en nuestra ciudad  y que por los méritos de tu preciosísima Sangre derramada para nuestra salvación, dadnos un dolor tan intenso de nuestros faltas, que muramos contigo en el regazo de tu infinita misericordia.

LA PRIMERA PALABRA
"PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN.”
(Lucas, 23: 34).

Queridos amigos que me están siguiendo por la televisión, la radio, por las redes sociales y los aquí presentes en esta sacrosanta Catedral metropolitana de Maracaibo.

Contemplemos en este momento a Cristo elevado en lo alto del patíbulo que, como ustedes  saben, es un tablado en donde ejecutan a los condenados a muerte.

Veamos a Jesús despreciado y condenado por nosotros, que nos llamamos hijos de Dios, y él ante las afrentas está dispuesto a consolar y animar a quienes  sentimos el dolor y la tristeza de tanta injusticia.  Hoy en Venezuela se repite la misma escena. Con todos los regalos que Dios ha dado a nuestro país, nosotros como pueblo nos hemos dedicado a despreciar al Autor de todo bien.

No somos capaces de reconocer nuestros pecados y por supuesto, menos aun de reconocer la misericordia que el Todopoderoso nos ha concedido que es, el perdón de nuestras faltas. Sí,  el perdón, que no es otra cosa que: el don que Dios nos da por nuestras ofensas; Dios nos demuestra que no tiene sentido de venganza hacia nosotros sino todo lo contrario. Tengamos en cuenta que si amar es dar, perdonar es seguir dando. Y así Jesús no hace otra cosa  que tenernos paciencia  hasta que reconozcamos que los errados somos los humanos.

Ahora bien, cuánta necesidad tenemos en nuestra patria de desarrollar el sentido del perdón ya sea en entre los esposos, cuanto odio se comprueba en las parejas que no los dejan disfrutar del amor conyugal,   los padre con los hijos, los hijos con los padres, los nietos con los abuelos, los amigos entre sí. El perdón de los tribunales, ya sabemos que hay tantos presos a quienes no les han dictado sentencia, sabiendo que no todos los que están en las cárceles son culpables.

LA SEGUNDAPALABRA
"YO TE ASEGURO: HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO."
(Lucas, 23: 43)

La razón por la que Jesús invita al ladrón al paraíso es porque ese malhechor reconoció su pecado: Lc. 23:41. "Nosotros de verdad  padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros errores".

Aquél acto de reconocer su pecado lo llevó a formar parte de los llamados por Jesucristo, cuando dijo: ”No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan." Lc 5:32. 
La actitud de este hombre, entonces,  marca la senda segura hacia una permanencia en Cristo que transciende hasta los cielos.  No bastó sólo el reconocer que había hecho el mal, sino aceptar que su mal proceder merecía el castigo de la justicia, lo cual aceptaba con resignación (Lc 23:41 "Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros crímenes".
Este reconocimiento de su pecado lo condujo a su vez a la obediencia,al llamado a arrepentirse de su pecado y depositar su fe en el único que era capaz de declararlo inocente.

Aquel hombre tuvo la gracia de  reconocer el señorío de Jesús. Lc 23:42 Y dijo a Jesús: "Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". 
El letrero en la cruz, que de forma sarcástica, lo declaraba Rey, pero que el delincuente arrepentido creyó en la autenticidad de su reino, y sin pruebas de que éste fuera Rey,  hizo efectiva los elementos de la fe como es creer sin ver. Sin embargo su fe,  lo dirigió a creer no en un Rey humano, ya que evidentemente estaba en las mismas condiciones que él, más bien este hombre llegó a la conclusión de que su reinado iba más allá de lo terrenal al decir: "...mas Éste, ningún mal hizo." y sólo un Rey así, que sin hacer ningún tipo de mal, muere como malhechor, debe tener un reino que transciende lo terrenal.

En la respuesta de Jesús al ladrón "Hoy estarás conmigo en el Paraíso", indica que el ladrón estaba equivocado en el tiempo del cumplimiento de su esperanza, no era en el futuro cuando Jesús iba a estar en su reino, no era en el futuro cuando él se iba acordar de él y llenarlo de su misericordia, era HOY, desde el momento en que ambos dejen de respirar.

Así debe ser también nuestra fe, el reino de Dios está entre nosotros, por lo tanto también Jesús nos llama a estar con Él en el paraíso celestial. De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:43)

LA TERCERA PALABRA:
"HE AQUÍ A TU HIJO: HE AQUÍ A TU MADRE"
(Jn. 19, 26)

La responsabilidad de hijo a madre continua latente en el corazón de Jesús. Jesús hizo los arreglos para que su muerte no fuera dejar a María desamparada. Jesús tenía plena confianza en Juan. María lo aceptaría como otro hijo.
Jesucristo en cuanto a su divinidad tiene un solo Padre, el que lo engendró en los cielos. Hebreos 1,5. Jesucristo en cuanto a su humanidad tiene una sola Madre, la que lo engendró en la tierra,  Lucas 1,31. María no es una diosa porque no engendró a Cristo en cuanto a su divinidad, pero sí es Madre de Dios porque engendró a Cristo en cuanto a su humanidad. Y como en Cristo hay una sola persona, la persona divina del Verbo, María es Madre de Dios.

Y María como madre, cómo es,
1.          ALEGRE, En las letanías lauretanas invocamos a María como “causa de nuestra alegría”. Y es lógico preguntarse ¿cómo va a causar en otros algo que Ella misma no tiene en abundancia? Nadie da lo que no posee. Si María puede ser la causa de nuestra la alegría es porque Ella misma no cabía en sí de felicidad. Rebosaba alegría y la contagiaba por doquier.
2.          AMOROSA, Entre los muchos títulos con los que nos referimos a María está el de Madre del Amor misericordioso. Es la Madre de Cristo, la Madre de Dios. Y Dios es amor. Dios quiso, sin duda, escogerse una Madre adornada especialmente de la cualidad o virtud que a Él lo define. Por eso María debió vivir la virtud del amor, de la caridad en grado elevadísimo. Fue, ciertamente, uno de sus principales distintivos.
3.          COMPASIVA, La compasión se difunde desde el corazón, no desde las emociones. Hablamos del corazón en el sentido bíblico, es decir, el centro de la persona. Su primer motor es el perdón y la misericordia. No olvidemos que la manifestación más brillante de la gloria de la Trinidad santa es su misericordia.
4.              COMPRENSIVA, Admiramos en María, por los datos evangélicos de que disponemos, su pureza virginal, su humildad profunda, su sentido exquisito de la Voluntad de Dios, su fe y confianza plenas en Dios, su fortaleza ante el dolor, su caridad sin límites, su condición de mujer de oración, su espíritu de servicio silencioso, su sencillez de vida, su desapego de las cosas materiales, su amor entrañable por su Hijo, su ejemplo de mujer, de madre y de esposa, y otras muchas cosas FIEL
5.          .     PIADOSA, el “Magnificat” es sin duda la oración por excelencia de María. Además de ser relativamente larga, tiene un contenido espiritual muy grande. Refleja en gran medida la piedad de María.
Para María orar no es sólo un asunto personal entre ella y Dios. María se siente como parte integrante de un gran pueblo,
6.               Hermosa, María era una mujer con el corazón en el cielo. María veía todo a través del cielo. ¿Qué importancia tenían el sufrimiento, las carencias, las luchas, los sacrificios, los esfuerzos, las renuncias, los momentos difíciles, cuando todo eso se ve desde el cielo.
7.               Obediente, María, ejemplo de obediencia a Dios. Por el diálogo entre María y el Ángel se deduce que la propuesta de Dios a María chocaba frontalmente con los planes de María misma sobre su vida. Sin embargo, nada más escuchar María el plan de Dios y resolver cómo se realizaría aquel plan, Ella se entrega con aquellas palabras maravillosa que debieron conmover el mismo Corazón de Dios: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu Palabra".(Lc 1, 38).


CUARTA PALABRA
DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?
(Mateo 27:47)

La soledad es una de las más terribles experiencias que cualquier ser humano pueda tener. Separar a una persona de los demás en una prisión es el castigo más terrible. Psicológicamente afecta en el sentido de que el hombre es un ser social.

La soledad de Cristo fue un desamparo espiritual. Su sufrimiento fue sin la ayuda de su naturaleza divina o la intervención del Padre. Jesús quedó solo literalmente.

Debido a que Dios es Espíritu, no podemos tocarlo físicamente ni verlo. Muchas veces Satanás usará esto como un medio para probar que Dios no es real. Sin embargo, primero tenemos que reconocer que la vida cristiana se vive por la fe en Dios, incluso cuando no podemos ver ni sentir. Jesús dijo a Tomás: “Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”(Juan 20:29). A través del regalo del Espíritu Santo, se nos asegura la presencia de Dios en nuestras vidas. Aun cuando no podemos percibir la presencia por la fe en Dios creemos su palabra que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. (Hebreos 13: 5)

Como creyentes en Cristo Jesús, podemos creer en nuestro corazón que nunca estamos solos.
Algunos de nosotros tenemos épocas de soledad a causa de las relaciones rotas. Esto podría ser debido a la separación / divorcio, o lazos familiares tensos o malentendidos entre amigos. En muchos casos, nuestro orgullo o el orgullo de los otros puede traer división que nos lleva a estar solos. La restauración toma ambas partes para llegar a un lugar de acuerdo y que no siempre es posible. Sin embargo, si hemos pecado contra cualquier persona en una situación, tenemos que asumir la responsabilidad de confesar y pedir perdón. Al hacerlo, podemos ganar a un hermano o hermana, o si se niegan a aceptar nuestra petición, entonces somos libres para seguir adelante y dejar que Dios traiga gente nueva a nuestra vida.

Algunos de nosotros estamos solos porque estamos esperando que Dios envíe gente a nuestra manera. Mientras el Señor puede llevar a otros a hacerse amigo de nosotros, muchas veces nos toca a nosotros dar el primer paso. Cuando nos acercamos a los demás, dejamos que el Espíritu Santo pueda revelar las verdaderas amistades para nosotros. El cuerpo de Cristo es un grupo de cristianos que adoran y sirven a Dios juntos. Ninguno de nosotros está destinado a estar solo en la obra del reino de Dios. Nos necesitamos mutuamente para fortalecer y animar a otros en estos días malos.

Entender El Pensamiento Acerca De Estar Solo
“Pero él se apartaba a lugares solitarios para orar” (Lucas 05:16).
Jesús dio el ejemplo de retirarSE a los lugares solitarios (a veces sin sus discípulos) para estar en comunión con su Padre. La soledad no es siempre algo malo. Hay épocas en nuestras vidas cuando tenemos que alejarnos de la gente para volver a conectarnos y escuchar de Dios. El mundo que nos rodea es fuerte, evasivo, y de distracción para las reflexiones tranquilas y meditaciones necesarias para crecer espiritualmente. Aquellos creyentes más usados por Dios se han disciplinado a sí mismos para estar solos, a veces por breves períodos a lo largo de una semana o un número X de días. Los creyentes que utilizan este tiempo para conocer mejor a Dios se encuentran más fuertes en los días de tentación.

LA QUINTA PALABRA
TENGO SED
(Juan 19:28)

Por un simple pronunciamiento de su naturaleza divina aquella sed hubiera sido saciada y satisfecha. Pero no, Jesús no lo hizo.
En esta expresión Jesús expresó su sufrimiento no fingido.
Jesús tuvo sed por nosotros, para que tú y yo pudiéramos beber del agua de la vida. (Juan 4:10, Apo. 7:17; 21:6; 22:1, 17).

Resulta muy interesante y hasta irónico que Jesús estuviera pidiendo agua.  Él era el mismo que le dijo a la mujer Samaritana “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.” (Juan 4:10), el mismo que  el último día de las fiestas de los tabernáculos (Juan 7) dijo “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. El es el mismo que según nos dice el gran Apóstol “Cristo es la roca espiritual que dio agua al pueblo de Israel en el desierto” (1 Corintios 10:4.)

Pero ahora vemos que Cristo, la fuente de vida “tiene sed”.  La sed que sufrió Cristo fue para que nosotros nunca jamás tengamos sed.  Y estas palabras son reales.  Tal como en los días de Moisés, Cristo (la roca) puede darnos agua después que ha sido “golpeada” una sola vez. Por eso Moisés sufrió castigo por haber golpeado la roca (tipo de Cristo) más de una vez.  Este error le costó a Moisés su entrada a la tierra prometida. 

Cristo, la piedra angular que es fuente de agua viva, fue golpeado una vez y para siempre (en la cruz del calvario) para que nosotros podamos beber del agua que salta para vida eterna. (Juan 4, 7).

La muerte de Cristo aunque similar a las de aquellos hombres que estaban crucificados junto a Él fue al mismo tiempo muy distinta.  Cuando Cristo murió lo hizo en lugar nuestro.  En la cruz Él sufrió no solamente una muerte y sufrimiento físicos sino que sufrió la paga infernal que nosotros deberíamos sufrir.  Cristo llevaba sobre sus lomos la condenación del pecado de su pueblo.
La Escritura nos dice “el castigo de nuestra paz fue sobre el” (Isaías 53).  Cristo sufrió el castigo por nuestra salvación la cual nos trae “paz con Dios” (Ro. 5:1).  En la cruz Cristo, como el rico de la historia de Lázaro se encontraba “en tormentos” y también sufrió de sed. 

LA SEXTA PALABRA:
CONSUMADO ES.
(Juan 19:30)

Sus tres años y medio de ministerio se completan en la cruz.
Muchas escenas de su infancia, ministerio y encuentros con personas pasan por su mente hasta que admite: Consumado es.
En el calvario caducó el antiguo pacto de la ley, y un nuevo pacto entra en vigor. (Pacto de La gracia)

Mira, éste está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, para ser señal de contradicción y a ti misma una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.” Lucas 2:34-35

Cuando Jesús dijo en la cruz, “todo está consumado” o “todo se ha cumplido”, claramente dijo que su muerte no fue sólo el resultado de un error judicial ni de una casualidad, sino que estaba prevista y era el resultado de su testimonio, de su misión.

Él dijo: “he venido a echar fuego sobre la tierra ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado ¡Qué angustiado estoy hasta que se cumpla! ¿Piensan que he venido para dar paz a la tierra? No, sino división, se los aseguro.” (Lucas 12:49-51)

Se refería al bautismo de sangre, al testimonio de su muerte en la cruz. No solamente al bautismo del agua que ya había recibido, junto con el testimonio del Espíritu Santo. Juan nos dice al respecto: “Jesucristo, no solamente en el agua, sino en el agua y en la sangre.” (1 Juan 5:6).

Este testimonio, este martirio, no es un hecho aislado, sino se relaciona con que Jesús no vino a dar paz a este mundo, sino división. Jesús no calló entonces la verdad sobre el mundo y en particular sobre el tiempo en que vivía. Por eso llamaba hipócritas a quienes saben interpretar las señales del clima, pero no las señales de los tiempos y pregunta “¿Cómo no investigan sobre esta época?” (Lucas 19:54).

Jesús habló claro sobre su época y sobre los pecados concretos de su época. Llamó las cosas por su nombre: “¡Ay de ustedes escribas y fariseos hipócritas... cuelan el mosquito y se tragan el camello... por dentro están llenos de rapiña e iniquidad... sepulcros blanqueados... serpientes, raza de víboras... les voy a enviar profetas, sabios y escribas, a unos los matarán y crucificarán, a otros los azotarán en sus comunidades y los perseguirán, de ciudad en ciudad!”. (Mateo 23:3-36.)

“Entonces Jesús le dijo a sus discípulos: ‘si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá.” (Mateo 16:24.)

Algunos tal vez pensarán ahora, que ¿para qué más cruces? Acaso ¿no basta que Jesús haya dado su vida en la cruz y haya resucitado para que estemos seguros de nuestra salvación? Pero sin embargo Jesús nos llama a seguirlo y a cargar nuestra propia cruz: “Si alguno me sirve, que me siga y donde yo esté, allí estará también mi servidor.” (Juan 12:26).


LA SEPTIMA PALABRA
PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
(Lucas 23:46)

Hemos llegado a la última palabra que Nuestro Señor pronunció. En el momento de la muerte de Jesús, «dando un fuerte grito, dijo, "Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu"»[326]. Explicaremos cada palabra separadamente. «Padre». Merecidamente llama a Dios su Padre, pues Él era un Hijo que había sido obediente a su Padre incluso hasta la muerte, y era propio que su último deseo, que con seguridad iba a ser escuchado, sea precedido por tan dulce nombre. «En tus manos». En las Sagradas Escrituras las manos de Dios significan la inteligencia y la voluntad de Dios, o en otras palabras, su sabiduría y poder, o también, la inteligencia de Dios que conoce todas las cosas, y la voluntad de Dios que puede hacer todas las cosas. Con estos dos atributos como manos, Dios hace todas las cosas, y no necesita ningún instrumento en el cumplimiento de su voluntad. San León dice: «La voluntad de Dios es su omnipotencia»[327]. En consecuencia, con Dios querer es hacer.

«Todo cuanto quiso lo ha hecho»[328]. «Te encomiendo». Entrego a tu cuidado mi Vida, con la seguridad de que me será devuelta cuando venga el tiempo de mi resurrección. «Mi espíritu». Hay diversidad de opinión en cuanto al significado de esta palabra. Ordinariamente la palabra espíritu es sinónimo de alma, que es la forma substancial del cuerpo, pero puede significar también la vida misma, pues respirar es el signo de la vida. Aquellos que respiran viven, y mueren los que dejan de respirar. Si por la palabra Espíritu entendemos aquí el alma de Cristo, debemos guardarnos de pensar que su alma, en el momento de la separación del cuerpo, estaba en peligro. Estamos acostumbrados a encomendar con muchas oraciones y ansiedades las almas de los agonizantes, porque están a punto de aparecer delante del tribunal de un Juez estricto para recibir su recompensa o castigo por sus pensamientos, palabras y hechos. El alma de Cristo no estaba en tal necesidad, porque disfrutaba de la Visión Beatífica desde el tiempo de su creación, estaba unida hipostáticamente a la persona del Hijo de Dios, y podía incluso ser llamada el Alma de Dios, y también porque dejaba el cuerpo victoriosa y triunfante, objeto de terror para los demonios, y no un alma a ser asustada por ellos. Si la palabra "espíritu" es entonces tomada como sinónimo de alma, el sentido de estas palabras de Nuestro Señor «Te encomiendo mi Espíritu» es que el Alma de Dios que estaba en el cuerpo como en un tabernáculo estaba a punto de lanzarse a las manos del Padre como en un lugar de confianza, hasta que debiera regresar al cuerpo, de acuerdo a las palabras del Libro de la Sabiduría:

El Unigénito de Dios no estuvo exento de la muerte.
Nació humanamente y murió humanamente.
Su madre lo vio nacer y también lo vio morir.
Sin su muerte la expiación jamás se hubiera llevado a cabo.
Jesús fue el cordero escogido desde la eternidad. (1 Pedro 1:19-20)
Jesús fue el cordero mudo que se dejó llevar al matadero. (Isaías 53:7)
Jesús fue el cordero inmolado. (Apo. 5:12)
Jesús fue el cordero de Dios que quita el pecado. Juan 1:29.

Debemos ser agradecidos con Jesucristo por todo lo que hizo por nosotros, por sus méritos es que somos justificados, a él sea la gloria por siempre. Amen


ORACION
Dios nuestro, que con el escándalo de la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabiduría escondida, concédenos contemplar, con tal plenitud de fe, la gloria de la pasión de tu Hijo, que encontremos siempre nuestra gloria en su cruz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Maracaibo, viernes santo, 14 de abril de 2017

Pbro. José Ángel Severeyn