lunes, 8 de mayo de 2017

CONSEJO EPISCOPAL DE LA ARQUIDIOCESIS DE MARACAIBOCOMUNICADO



ARQUIDIOCESIS DE MARACAIBO
CONSEJO EPISCOPAL
COMUNICADO

Ante la publicación, bajo forma de carta abierta, de una comunicación que había sido dirigida personalmente al Arzobispo y al Nuncio Apostólico, por un grupo de feligreses que se autodenominan “chiquinquireños”, nosotros, el Consejo Episcopal de Maracaibo, en comunión con nuestro pastor, Mons. Ubaldo Santana y su obispo auxiliar Mons. Ángel Caraballo, nos sentimos en la obligación de responder también públicamente.
1.   Primero que todo, reiteramos nuestra plena confianza al equipo dirigido por Mons. Ángel Caraballo Fermín, obispo auxiliar, conformado por los presbíteros Engelberth Jackson y David Urdaneta y nos alegramos por la labor pastoral realizada. Han contado para ello, con el apoyo de un equipo de laicos, con claro sentido de comunión eclesial, apegados a los postulados de la doctrina y la caridad cristiana, colocando en primer lugar los valores del Reino de Dios. Nos consta a todos los vicarios episcopales que todos lo han hecho con gran consciencia de la relevancia que tiene la basílica en el conjunto religioso arquidiocesano.  
2.   Luego que se hizo efectiva la renuncia del Pbro. Eleuterio Cuevas en enero pasado, tanto Mons. Ángel Caraballo como los dos sacerdotes antes mencionados y el equipo laical de la basílica, han asumido con gran empeño y mística eclesial, la tarea de asegurar la necesaria transición antes del nombramiento del nuevo párroco.
3.   Entendemos la impaciencia que hay de contar con el nuevo pastor, tomando en cuenta la gran relevancia de la parroquia-basílica como epicentro de la devoción mariana chiquinquireña, desde donde se irradia regional, nacional e internacionalmente. Razones de peso han obligado a nuestro arzobispo a retardar su nombramiento, que Dios mediante, se producirá en el transcurso de las próximas semanas.
4.   Recibimos las apreciaciones de los remitentes que esperamos hayan hecho con recta intención, y respetamos su derecho a manifestar a sus pastores aquellos puntos que consideren importantes para la buena marcha de su Iglesia local, y en este caso de la basílica.
5.   Sin embargo, queremos dejar claro a los remitentes que, antes de hacer pública la carta, e involucrar en ella al Señor Nuncio apostólico, hubieran debido acudir personalmente a las instancias internas locales. Este es el genuino espíritu de comunión eclesial, de prudencia y caridad cristiana contenido en el Canon 212, que prevé sin duda el ejercicio de este derecho, pero: “salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas”.
6.   Pensamos que en esta carta se ha vulnerado la buena fama del equipo sacerdotal que con tanto esfuerzo está atendiendo la basílica. Hemos venido a saber, por su propio testimonio, que varios de los fieles que han firmado la carta lo han hecho sin conocer su contenido verdadero, pues sólo se les dijo que era para “agilizar el nombramiento de un nuevo párroco”.
7.   Las comunicaciones públicas y las cartas abiertas son recursos extremos a los que se acude cuando todas las puertas para el encuentro y el diálogo, a las que se ha tocado previamente, se han cerrado. Ese no ha sido el caso en esta situación. Sabemos además que tales expresiones se deben usar con extrema cautela y prudencia pues se prestan a provocar escándalos, tergiversaciones y señalamientos perjudiciales para las personas y para la misma Iglesia.
8.   Reiteramos que el párroco anterior, el Pbro. Eleuterio Cuevas, presentó su renuncia el día 02 de septiembre, y que Mons. Ubaldo Santana, como arzobispo,  la aceptó en conformidad con el Canon 538 §1, como largamente lo expuso en un Comunicado ante los MCS, el pasado mes de diciembre. De modo que ese proceso se realizó de acuerdo a los lineamientos que expresa la Iglesia, así como de acuerdo a los mismos se designará al nuevo Párroco.
9.   La situación que atravesamos en nuestro país nos interpela y nos compromete a expresar nuestra unidad en la caridad, la comprensión y la fraternidad, tal como corresponde a los seguidores de Jesús, a los que él llamo “sal y luz de la tierra” (Mt 5,13-14). Ése es el ejemplo que debemos dar para que los alejados y no practicantes puedan exclamar “miren como se aman”. En el amor hay verdad y en la verdad, amor, pues en él está Cristo nuestro Señor.
10.      Pedimos a María de Chiquinquirá, que ama a todos sus hijos, especialmente a los que han sido configurados a su Hijo Jesús como sacerdotes, ilumine la mente de nuestro arzobispo y la de sus colaboradores inmediatos en la designación del nuevo párroco. También le pedimos a la Chinita conceda a los fieles de la parroquia San Juan de Dios y en especial a los firmantes de la carta, crecer en conciencia de su propia responsabilidad, en obediencia, docilidad y visión sobrenatural, virtudes requeridas en estos momentos, para que puedan ayudar “en espíritu y en verdad” (Jn 4,23) y  de modo efectivo a su pastor “.

Maracaibo, 5 de mayo de 2017




Mons. Jesús Hernández
Vicario General


Pbro. Eduardo Ortigoza
Vicario para la Educación


Pbro. Néstor Primera
Vicario para los Asuntos Económicos

Pbro. Raúl Montoya
Vicario para la Zona Sur


Pbro. Juan Navarro
Vicario para la Pastoral

Pbro. Rafael Morales
Vicario para la Zona de la Guajira


Pbro. Rafael Villalobos
Vicario Judicial



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