domingo, 3 de abril de 2016

Anecdota de la hermana Angélica, fundadora de la cadena católica EWTN

Santo y gozoso domingo de la Misericordia, comparto con ustedes este hermoso mensaje extraído de la homilía de hoy de Mons. Ángel Caraballo, mi obispo auxiliar:Dios los bendiga.

Hace algunos días,  regresó a la casa del Padre eterno, la hermana Angélica, fundadora de la cadena católica EWTN, la cual ha hecho un bien inmenso a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Fue una mujer a través de la cual el Señor hizo obras grandes; y que experimentó, en su propia carne, que la misericordia del Señor llega a sus fieles de generación en generación.
En una de sus intervenciones, la madre Angélica relató una experiencia que le ayudó muchísimo a confiar más en la misericordia divina. Una vez ella estaba en una playa de California, se detiene cerca de la espuma de las olas. Una ola grande cayó y el agua cubrió sus zapatos. Una gota llegó a su mano y ella la miró. Después miró el mar inmenso. Oyó la voz del Señor, "Angélica, esa gotita representa todos tus pecados, todas tus imperfecciones y todas tus fallas. Échala en el océano." Y la devolvió al mar. Entonces el Señor le dijo, "El océano es mi misericordia. Ahora, si buscas esa gotita, puedes encontrarla?"
"No, Señor," ella replica. La Madre Angelica les dijo a las personas en su audiencia, y a nosotros hoy, que nuestros pecados son como esa gota en el océano. "Cada día, cada minuto de cada día, echa tu gotita en el océano de su misericordia. Acude al sacramento de la Confesión con frecuencia, verdaderamente arrepentido y deseoso de darle una gran alegría al Padre que nos espera con los brazos extendidos, que nos besa y manda hacer una gran fiesta, pues "hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por 99 justos que no necesitan arrepentirse".

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