lunes, 4 de enero de 2016

EL PROFETA DE GALILEA - 4 DE ENERO 2016

INVOCA EL ESPIRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, ayúdanos a escrutar la Palabra de Dios, como  Jesús lo hizo con  los dos discípulos de Emaús. A medida que el Señor les fue explicando todo lo que le había sucedido en Jerusalén esos días, Tú les fuiste abriendo el entendimiento de las Escrituras y así descubrieron la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Iluminados por ti, entendieron que la cruz no era el final de toda su esperanza, sino fuente de vida y resurrección.

Rompe hoy, para nosotros también, los sellos del Libro sagrado, para que tengamos acceso a su verdadero sentido y su aplicación concreta en nuestras vidas, experimentemos cómo está presente la fuerza de la resurrección de Jesús en medio de nuestras tribulaciones y sufrimientos y demos testimonio de la Pasión y la Cruz como únicos caminos para llegar a la vida plena y a la construcción  de un mundo más justo y fraterno. Amén

LEE EL EVANGELIO DE HOY: MATEO 4,12-17.23-25
Cuando se enteró de que Juan había sido apresado, Jesús se retiró a Galilea. Luego, dejando Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaún, junto al mar, en los límites de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; a los que habitaban en una región de sombras mortales una luz les iluminó.
A partir de entonces, Jesús comenzó a proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los cielos ya está llegando” (…)
Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas de los judíos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda Siria. Le llevaron a todos los que padecían enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, epilépticos y paralíticos y él los sanó.
Lo seguía mucha gente de Galilea, la Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán.
REFLEXION BIBLICA
Este texto hay que leerlo en el contexto del tiempo de Navidad y de la Epifanía. Sería bueno tener un mapa de la Palestina a mano para ubicar la Galilea y las regiones circundantes mencionadas. El texto litúrgico omite el pasaje del llamado de los cuatro primeros discípulos (vv 18-22). Es bueno también relacionar estos relatos con los textos anteriores, particularmente la narración de la adoración del Niño Dios por los sabios de oriente (Mt 2,1-12).
Han pasado ya más de treinta años entre los dos acontecimientos, pero ahora Jesús va a ratificar con sus opciones la enseñanza central contenida en el relato de los Magos. En primer lugar que es el Mesías que lleva a plenitud el proyecto salvador de Dios y el Ungido por el Espíritu que cumple las promesas mesiánicas contenidas en el Antiguo Testamento. De allí la abundancia de citas de textos proféticos en el evangelio de Mateo.
En segundo lugar que ha venido a salvar a toda la humanidad y no solamente al pueblo judío. Por eso inicia su predicación por  Galilea, territorio considerado contaminado por costumbres idolátricas, habitado por gente pagana; y los pocos judíos que quedan son muy laxos, no viven según la Ley de Moisés. Es en ese territorio, de donde no surgen profetas (Cf Jn 7,52), considerado por Isaías tierra de tinieblas y sombras mortales,  por donde va a empezar a refulgir la luz resplandeciente “que viene de lo alto para iluminar a los que habitan en tinieblas y en sombras de muerte” (Lc 1,78). Al final del evangelio les pedirá a sus discípulos que lleven su evangelio a todas las naciones de la tierra (Mt 28,18-20)
La predicación de Jesús, acompañada de curaciones de todos los enfermos que se le acercan de Judea, Jerusalén y hasta de regiones circunvecinas, aquejados de toda clase de enfermedades, causa un tremendo impacto en sus primeros discípulos, en las personas sanadas y su fama corre como reguero de pólvora atrayendo a gente de todas las regiones limítrofes que al oír su mensaje y ver sus acciones deciden quedarse con él y seguirlo.
Jesús realizó estos pasos fundamentales después de superar tres fuertes pruebas: las tentaciones del demonio en el desierto; la detención y encarcelamiento de su primo Juan el Bautista y el abandono de  su casa en Nazaret con el consiguiente doloroso alejamiento de su madre María, presumiblemente ya viuda para ese momento. Al leer todo el relato en su conjunto, Mateo quiere dejar bien asentado que Jesús posee la acreditación necesaria para presentarse como luz de las naciones y predicar con autoridad la conversión y la llegada del Reino de Dios entre los hombres.
APLICA ESTE TEXTO A TU VIDA:

¿Cómo ha llegado la persona y el mensaje de Jesús hasta tu vida? ¿Qué te enseña las pruebas que tuvo que pasar el Señor para dirigirse a Galilea y empezar su misión? ¿Qué pruebas has tenido que pasar tu para descubrir y seguir a Jesús? El Papa Francisco en su Exhortación “La alegría del evangelio”, dice que la Buena Noticia de Jesús “tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá (EG 21)…Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco, sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (EG 23). ¿Ves alguna relación entre este texto y el evangelio? ¿Entre estos textos y tu vida?

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