4 DE AGOSTO
SAN JUAN MARIA VIANNEY (Dardilly
1786-Ars 1859),
PATRONO DE LOS SACERDOTES
Conocido como el santo cura de Ars,
por el pueblito del este francés donde ejerció casi todo su ministerio
sacerdotal, cambiando con su vida sacrificada, orante y llena de celo
apostólico la vida de sus habitantes. Ordenado sacerdote después de arduas dificultades
en 1815, no recibió inmediatamente la facultad de confesar porque no lo
consideraban idóneo por su aparente corta inteligencia para dirigir las
conciencias de los penitentes. Sin embargo, los caminos de Dios no son los
caminos de los hombres, se transformó en el más famoso confesor del siglo XIX,
atrayendo millares de personas de toda Francia y de más allá a aquel ignoto
pueblito rural. Sus homilías fueron memorables por su aguda y sencilla
penetración de los misterios de Dios y de la santa eucaristía y por las
impactantes imágenes utilizadas para llegar al pueblo.
PRIMER PASO: INVOCA AL ESPÍRITU SANTO (CON LA
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN)
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de
sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas
materiales,
sino que busque siempre las
realidades del Espíritu
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor: haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de
la verdad
en toda su plenitud
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén
SEGUNDO PASO: LECTIO
¿Qué dice el texto? “Habla, Señor,
que tu servidor escucha” (1 Sm 3,10). Leo y releo el texto con atención y
respeto. No leo solo con los ojos externos ni como mero espectador. Hago
de la lectura una escucha. Dejo que la lectura llueva sobre mí y me afecte, me
toque como decía San Juan de la Cruz. Procura dejar rondando al texto por las
murallas de tu corazón. Fíjate en la palabra, la imagen, la escena, el mensaje
que queda repicando dentro de ti. Cuando eso ocurra, es el momento de pasar a
la meditación.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO: Mt
14,22-36
De inmediato, Jesús obligó a los
discípulos a que subieran a la barca y se adelantaran a la otra orilla,
mientras él despedía a la gente. Una vez que la despidió, subió al monte a orar
a solas. Al atardecer permanecía aún allí, él solo. La barca estaba muy
distante de tierra, sacudida por las olas, pues el viento era contrario. De
madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el mar. Los discípulos al
verlo caminar sobre el mar, se asustaron y, llenos de miedo, gritaron: “¡Es un
fantasma!”. Enseguida Jesús les dijo: “¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo!”. Pedro
le respondió: “¡Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas!”. Jesús le
ordenó: “¡Ven!”. Pedro bajó de la barca, caminó sobre las aguas y fue hacia
Jesús, pero al sentir el viento se llenó de temor, comenzó a hundirse y gritó:
“¡Señor, sálvame!”. De inmediato, Jesús extendió la mano, lo tomó y le
reprochó: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca
el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante él y le
decían:”En verdad tú eres el Hijo de Dios”.
Apenas cruzaron a la otra orilla
fueron por tierra a Genesaret. Los habitantes del lugar, al reconocer a Jesús,
difundieron la noticia por toda aquella región y le presentaron a todos los que
padecían males, y le rogaban que tan solo les dejara tocar el borde de su
manto, y cuantos lo tocaron quedaron sanos.
PALABRA DEL SEÑOR
GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS
TERCER PASO: MEDITACION
¿Qué dice de mí este texto? “María
guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc
2,19).Identifica con serenidad lo que revela de ti el texto que acabas de
leer-escuchar: de tus circunstancias, de lo que te alegra o preocupa. La
Palabra se vuelve como un espejo en el que te ves reflejado (a). Para ayudarte
he aquí algunas reflexiones. Cuando sientas la invitación de Dios, entra en el
paso siguiente.
Jesús, llevado por su compasión
entrañable, dio de comer a la multitud hambrienta, ahora socorre a sus
discípulos, llenos de angustia y miedo al verse azotados por la violencia de
las aguas del lago. En ellos predomina el terror, la zozobra porque están sin
Jesús, es de noche, la tormenta es violenta, el viento arrecia y la barca se
puede ir a pique. Jesús se hace presente, salva a Pedro y lo fortalece en la fe,
ambos suben a la barca y todo vuelve a la calma. La barca representa a la
Iglesia, sometida a fuertes persecuciones y arremetidas del Mal. Con Jesús y
Pedro dentro, todo vuelve a la calma. Los que viajan dentro de ella, se postran
y reconocen a Jesús como Señor e Hijo de Dios, renuevan y fortalecen también
ellos su fe. Llega el amanecer de un nuevo día, preanuncio de los tiempos
nuevos que vendrán con la victoria definitiva de Jesús resucitado sobre las
fuerzas del Maligno. Con Jesús adentro y con Pedro y sus sucesores fortalecidos
en la fe, la barca tocará la otra orilla, la orilla que siempre falta por
misionar y adonde la están esperando seres ansiosos de curación y vida.
CUARTO PASO: LA ORACIÓN.
¿Qué me hace decirle a Dios este
texto? “Pidan a Dios y les atenderá; busquen y encontrarán; llamen y
Dios les abrirá la puerta “(Lc 11,9). Dirígete a Aquel cuya Palabra has
escuchado y acogido en tu corazón. Deja que brote la admiración, el estupor
silencioso, la alabanza, la intercesión, la acción de gracias, la contrición
humilde. Prepárate a abrir la puerta para no quedarte encerrado (a) en una
relación intimista con Dios. Junto con él acoge la realidad de tu Iglesia, de
tu comunidad, de tu matrimonio, de tu parroquia, de tu país y del mundo. No hay
nada humano que te haya de dejar indiferente porque allí late el corazón
compasivo de Dios.
La multiplicación de los panes fue
impresionante pero este episodio es más impresionante todavía. Sencillamente
repásalo y entra tú también dentro del relato, dentro de la barca con los
discípulos y vive todas las escenas. Te subes presurosamente con los
discípulos en la barca mientras Jesús despide a la gente por Jesús y se sumerge
en una larga y profunda oración en la soledad de la montaña; su caminata por
las aguas de lago; la tempestad que azota la barca; el gran susto de los
discípulos al ver a Jesús caminando hacia ellos, creyendo que es un fantasma.
El Señor se identifica: “¡Soy yo, no teman!”. El atrevimiento de Pedro, muy de
él, de querer ir hacia Jesús caminando sobre las aguas; su logro momentáneo, el
miedo que lo atenaza y el subsiguiente hundimiento; el rescate y el reproche de
Jesús por su poca fe; la subida de los dos a la barca y, con los dos adentro,
el retorno a la calma y la profesión de fe de todos los que estaban dentro de
la barca.
QUINTO PASO: CONTEMPLACION
“Permanezcan en mi amor” (Jn
15,9). Sencillamente me reposo en el corazón del Señor al descubrir una vez más
y de manera nueva que me ama. Recibo de él nuevos ojos para verlo presente allí
donde aún no lo había descubierto; nuevos oídos para captar su Palabra a través
de quien nunca lo había escuchado; nuevo corazón para amar a quienes nunca
había sido capaz de amar. Todo es silencio y calma, se me deleita el alma con
luz de las estrellas” dice una canción venezolana. Quédate así, en esa tónica,
en ese ambiente.
SEXTO PASO: COMPROMISO:
¿A qué acción(es) me lleva este
texto? “Vete y haz tu lo mismo” (Lc. 10,30.37). El lema de los dominicos
dice: “Contemplata, aliis tradere”: Entrega a los demás lo que has contemplado.
Dios Padre te necesita como carta viva escrita por Cristo y dirigida a tus
hermanos. Muchas personas no conocerán otro evangelio que él que tu le reveles
con tu propia vida. El Señor cuenta contigo para seguir avanzando en el proceso
de transformación que su Palabra y su Amor están provocando calladamente en el
interior de la historia humana. “Estoy haciendo todo nuevo, ya está brotando
¿no lo notas?” (Cf Is 43,19).
La explicación de cada uno de los
pasos está ampliamente inspirado en la propuesta contenida en “La Buena Noticia
de cada día 2015” Editorial del Verbo Divino.
04-08-2015 /URSS
No hay comentarios:
Publicar un comentario