COMUNICADO
CON MOTIVO DEL QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA ARQUIDIOCESIS DE
MARACAIBO
“Cada Generación celebra tus acciones y le
anuncia a las otras tus portentos”(Sal 145,4)
1)
Al conmemorarse el próximo día 30 de abril de
2016 los cincuenta años de la elevación
de la Iglesia zuliana al rango de Arquidiócesis Metropolitana y de la Provincia
Eclesiástica, renovamos, en este año jubilar de la Misericordia, nuestro
recuerdo agradecido a Dios todopoderoso y a todas aquellas personas que a lo
largo de estos años se dedicaron a esparcir y cultivar la semilla del Evangelio
en esta querida tierra del Coquivacoa.
2)
Esta Iglesia particular fue erigida el 28 de
julio de 1897, por decisión del Papa León XIII como Diócesis del Zulia, para
luego denominarse Diócesis de Maracaibo (2-1-1953) y finalmente ser elevada
mediante la ejecución de la Bula “Regimine Suscepto” de Su Santidad el
Papa Pablo VI, fechada el 30 de abril del año 1966, a la más alta
categoría, a que puede llegar una iglesia local: la de Metropolitana, rango
concedido a las jurisdicciones eclesiásticas que se destacan por su venerada
antigüedad, o el vigor y desarrollo de su vida cristiana. Así nació hace cincuenta años la Arquidiócesis
Metropolitana de Maracaibo y la Provincia Eclesiástica del mismo nombre. Su
peregrinación eclesial lleva la profunda impronta de los Papas que han regido
la Iglesia universal en estas cinco décadas: Pablo VI, Juan Pablo I, San Juan
Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
3)
De esta originaria Diócesis del Zulia han
nacido tres circunscripciones eclesiásticas, que hoy son sus sufragáneas, la
Diócesis de Cabimas, la Diócesis de Machiques y la Diócesis de El Vigía-San
Carlos. La diócesis de Machiques ya venía funcionando bajo el régimen de
Vicariato Apostólico (26-05-1943), confiado a los Misionero Capuchinos. En cada
una de estas instancias eclesiales, en fidelidad al mandato de Jesús (Mt
28,20), se realiza permanentemente la obra de la evangelización y de la
edificación de la comunidad de los hijos de Dios y hermanos de toda la
humanidad (Cf Ef 4,1-6.11-13).
4)
La Arquidiócesis de Maracaibo, durante estos
cincuenta años ha contado con la guía pastoral de tres arzobispos:
·
Mons. Domingo Roa Pérez, de grata memoria
para la Iglesia del Zulia y de toda Venezuela. (1961-1992).
·
Mons. Ramón Ovidio Pérez Morales, quien ya
emérito, sigue desarrollando, por medio de sus publicaciones y diversas
actividades pastorales, la eclesiología de comunión y misión, así como el
conocimiento, el estudio y la aplicación
del Concilio Plenario de Venezuela (2000-2006). Es un activo proclamador
del evangelio de Cristo y agudo promotor de la cultura de la
reconciliación y de la paz, en las redes sociales (1993-1999).
·
Este servidor, Ubaldo Ramón Santana Sequera, a
quien el Señor, durante quince años, le ha dado la gracia y el privilegio de
caminar con el Pueblo de Dios que peregrina en esta porción del Zulia, de
compartir su fe, de servirlo con alegría
y amor y de experimentar su ardiente devoción a María de Chiquinquirá (2001).
5)
No podemos olvidar el gran trabajo realizado
anteriormente por los pastores que precedieron el camino de la hoy
Arquidiócesis de Maracaibo
Mons. Francisco Marvez. Primer Obispo
(1898-1904).
· El Siervo de Dios, Mons. Arturo Celestino
Álvarez. Segundo Obispo (1910-1920), cuya causa de canonización está en curso.
·
Mons. Marcos Sergio Godoy. Tercer Obispo
(1920-1957).
·
Mons. José Rafael Pulido Méndez. Cuarto
Obispo (1958-1951).
Estos
prelados se esforzaron por presentar “un
mensaje de verdad, de esa verdad, que en la afirmación de Pío XI, esclarece y
resuelve los más graves problemas de la vida humana y libera, según la
enseñanza de Cristo Nuestro Señor. Verdad proclamada “sin reticencias, sin
mezclas y sin reservas” (Mons. Domingo Roa Pérez, 30 de julio de 1966).
6)
Como balance de estos cincuenta años de
trabajo evangelizador, la Arquidiócesis de Maracaibo puede ofrecer, entre los
muchos que sólo Dios conoce, estos frutos:
·
Trece Obispos nacidos en esta tierra zuliana,
siete de ellos procedente de esta Arquidiócesis.
·
Ochenta y nueve sacerdotes diocesanos.
·
Muchos
hombres y mujeres que han profesado sus votos en diversos Institutos de
vida consagrada y están dando testimonio de Cristo Jesús, con sus carismas
propios, en diversas partes del mundo.
·
Veintiún diáconos permanentes.
·
Creación de 26 parroquias y 11 rectorías,
· Promoción de medios de comunicación: NCTV
Canal 11, La Chiquinquireña 90.9 FM, Lumen 2000, Semanario La Grey, impulso a
Radio Fe y Alegría.
· Una gran red educativa integrada por: la
Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA), treinta y nueve Escuelas
Arquidiocesanas dedicadas a la educación de 30.000 niños y jóvenes de los
sectores más necesitados.
·
La labor de la CÁRITAS Diocesana y su red de
CÁRITAS parroquiales.
·
Red de ambulatorios y comedores parroquiales.
·
Programas de formación de los agentes de
pastoral: Seminario Mayor Arquidiocesano, Instituto de Teología para Laicos,
Instituto Superior Domingo Roa Pérez (Escuela de Diáconos Permanentes y
Ministerios confiados a laicos), Centro Bíblico Santo Tomás Moro, Semana de la
Doctrina Social de la Iglesia.
·
Lanzamiento y puesta en marcha del Proyecto
Arquidiocesano de Renovación Pastoral (PARP), clave para entrar todos juntos,
desde la gran diversidad de dones y carismas que el Espíritu Santo ha derramado
sobre el pueblo de Dios (Cf 1 Co 12), en un intenso proceso de evangelización
misionera, que nos encamine, hacia la ansiada renovación de nuestra Iglesia
local, y llegar a ser, casa de los pobres, escuela de comunión y taller de
misión y solidaridad (Cf NMI 43; EG 24,27-31). Con esta herramienta, asumida
con júbilo y contando con la misericordia divina, queremos responder a los grandes
desafíos asumidos por la Iglesia universal,
latinoamericana y caribeña, así como por el Concilio Plenario de
Venezuela, para evangelizar esta civilización globalizada, secularizada y
multicultural.
7)
Estos cincuenta años de vida arquidiocesana
han coincidido con la etapa de fortalecimiento de la democracia en Venezuela.
Son muchos los procesos de construcción de acuerdos, consensos y búsqueda de
resolución de conflictos en los que la Iglesia zuliana ha tenido presencia
activa, a través de sus pastores y, muy especialmente, de sus seglares
comprometidos que, en las comunidades populares y en las organizaciones
sociales y políticas, hacen presente el mensaje de solidaridad fraterna que
emana del Evangelio.
No ha
podido ser de otra manera. La Iglesia Católica universal siempre ha defendido
la paz de los individuos, de las familias y de la sociedad. Todos los trabajos
de esta Iglesia de Maracaibo están orientados a la promoción de esa paz
verdadera, con la cual todo se gana y sin la cual todo se pierde.
8)
Con ánimo agradecido y espíritu alegre por la
celebración de estos cincuenta años de trabajo eclesial, queremos al mismo
tiempo tener muy presente la gravísima situación que vive Venezuela en los
actuales momentos. Sin temor a equivocarnos podemos señalarla como la más
difícil y riesgosa en muchos años.
Por
estos motivos, desde el corazón misericordioso del Señor Jesucristo, en el
contexto del Año Extraordinario de la Misericordia, deseamos invitar a los zulianos a:
·
Confiar por encima y a pesar de todo en la
presencia amorosa y salvadora de nuestro Dios que nunca nos ha abandonado,
promesa infalible de Jesús: “Donde dos o
tres se reúnan en mi nombre, ahí estaré yo en medio de ellos (Mt 18,20). Yo
estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mt 28,20).
·
Solidarizarse con el espíritu y el contenido
del Comunicado emitido, el pasado día miércoles 27 de abril, por la Presidencia
de la Conferencia Episcopal Venezolana y darle amplia difusión.
·
No utilizar medios violentos para la
resolución de los problemas que nos aquejan a todos.
·
Desarrollar, por un lado una gran capacidad
de paciencia cristiana para llevar adelante con dignidad las penalidades de la
situación actual, y, el cultivo de la perseverancia cristiana para resistir al
mal, venga de donde venga.
·
No caer en la resignación fatalista que lleva
a pensar que no hay solución para nuestros problemas y que no somos capaces por
nosotros mismos de salir de ellos.
·
No cansarse de buscar formas de entendimiento
a través de mecanismos de diálogo, para que, con la buena voluntad y la
cooperación de todos, se puedan recoger frutos de paz y emprender la
construcción de una sociedad fraterna, respetuosa de la dignidad y los derechos
de todos los venezolanos.
9)
Junto
a los Obispos Venezolanos recordamos que “el
momento actual conlleva algunas exigencias que hemos de asumir todos a favor
del bien común. Los dirigentes políticos, sociales, empresariales, gremiales y
religiosos estamos llamados a dar testimonio tangible de responsabilidad
y de compromiso de amor a nuestra patria” (Comunicado de la
Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, No 6, 27 de Abril de 2016).
10)
Queremos finalmente recordar el mensaje que
el Papa Francisco nos ha enviado a todos los venezolanos el pasado día de
Pascua de Resurrección:
“Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su
Hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para
todos. Que su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo
venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los
que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del
bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos. Y que se
promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto
recíproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de
los ciudadanos”. (27 de marzo de 2016).
11)
Que el Señor Jesucristo, Rey de Misericordia
y de Paz, bendiga abundantemente al Zulia, a esta querida Arquidiócesis de
Maracaibo, y a la Provincia Eclesiástica, a cuyo servicio hemos entregado
nuestras vidas, y que la Santísima Madre de Chiquinquirá continúe intercediendo
por este su querido pueblo que “en la
vida y en la muerte ama y lucha, canta y ora”.
Maracaibo,
29 de abril de 2016.
+Mons. Ubaldo Ramón Santana Sequera
Arzobispo
de Maracaibo
+ Mons. Ángel Francisco Caraballo Fermín
Obispo
Auxiliar de Maracaibo
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