PRACTICAS RELIGIOSAS
QUE AGRADAN A DIOS
EVANGELIO: Mt 6,1-6.16-18
En
aquel tiempo dijo Jesús: “Cuídense de no presumir frente a la gente de
practicar lo dispuesto por Dios en su plan; de lo contrario, el Padre que está
en los cielos no los recompensará. Por eso, cuando des limosna, no lo pregones,
como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la
gente los alabe. Les aseguro que ya tienen recompensa. En cambio, cuando tú des
limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha, para que tu
limosna quede en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.”
“Cuando
ustedes oren, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Les
aseguro que ya tienen su recompensa. En cambio cuando tú ores, entra en tu
habitación y , cerrando la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu
Padre, que ve lo secreto, te recompensará”
Cuando
ayunen, no se pongan tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para
que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que ya recibieron su paga. Tú,
en cambio, cuando ayunes, lava tu cara y perfuma tu cabeza, para que no
muestres a los demás que estás ayunando sino a tu Padre que está en lo secreto,
y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará!
PALABRA
DEL SEÑOR
COMENTARIO
El
texto forma parte del primero de los cinco discursos que Mateo le atribuye a
Jesús en su evangelio, conocido como el Sermón de la Montaña (Mt 5,1-7,29). La
narración sigue el modelo de los sabios orientales, estructurado para que sea
fácil de memorizar. El texto escogido dejó fuera la enseñanza sobre el
Padrenuestro, que ha sido colocado aparte y se leerá el día de mañana (Mt 6,7-15).
Jesús sigue desmontando la falsa religiosidad, llena de hipocresía de
los principales dirigentes religiosos de su época y le da una nueva comprensión a tres prácticas
religiosas tradicionales, patrimonio de las tres grandes religiones
monoteístas, para que en verdad agraden al Padre de los cielos: la limosna, la
oración y el ayuno. ¿Cuál es su verdadero sentido? Llevar a una comunión más
íntima con el Padre.
En
cada una debe prevalecer la pureza de
intención, es decir el deseo sincero de entrar en contacto con Dios Padre y
no el de ganarse el aplauso de los hombres; la interioridad, es decir la disposición clara de no quedarse en
una mera práctica superficial y externa sino que brote de lo íntimo del corazón del creyente;
finalmente la confianza y el abandono
total de los frutos de esas prácticas en las manos amorosas del Padre. El te
recompensará: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Eso no importa. Hazle confianza. Déjalo
todo en sus manos. Tu vive en comunión con él sé generoso con los pobres; ora
insistentemente; ayuna en verdad. Tu Padre verá en lo más profundo de tu ser la
sinceridad de tus actuaciones.
ORACIÓN
Padre,
hoy tu Hijo Jesús me invita a llamarte MI Padre, aunque sé que no puedo
pronunciar esa palabra sin ser consciente que eres también Padre no solo mío
sino de todos: nuestro Padre. Quiero aprender a vivir en íntima comunión
contigo. Por eso quiero introducir en mi vida de fe y hacer mías, la limosna,
la oración y el ayuno, esas tres grandes prácticas religiosas que forman parte
del patrimonio religioso de la humanidad y están presentes en las grandes
religiones que de un modo u otro buscan tu rostro y quieren llevar a sus fieles
a vivir en tu presencia. Quiero ser generoso en mi limosna, en cualquier
expresión que tome: ofrenda, ayuda solidaria a una institución de derechos
humanos, a una Obra humanitaria o a través de la responsabilidad social. Deseo
aprender a orar desde el corazón y no quedarme solamente en la repetición de
palabras huecas que no siento desde dentro. Deseo introducir en mi vida de fe
la práctica del ayuno no para hacer dieta, para adelgazar o tener un cuerpo más
apolíneo, sino para privarme de los superfluo y compartir con los que pasan
hambre y sed. Padre, quiero comportarme como un verdadero hijo tuya sin buscar
otra recompensa que la de agradarte.
COMPROMISO
Introduce
una de estas prácticas en tu vida, de manera regular y constante, sencilla y
alegre. No dejes de lado el ayuno, que suele ser la cenicienta de nuestras
prácticas.
URSS
/17-06-15
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