13 DE JUNIO
INMACULADO CORAZÓN DE
PEREGRINAR, GUARDAR EN TU CORAZÓN, OBEDECER
EVANGELIO DEL DÍA:
Lc 2, 41-41
Los
padres de Jesús acostumbraban ir todos los años a Jerusalén para la fiesta de
Pascua. Cuando cumplió doce años subieron a celebrar la fiesta como lo hacían
siempre. Pasados esos días, regresaron a su casa pero el niño se quedó en
Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Pensando que estaba entre los
peregrinos hicieron un día de viaje y después empezaron a buscarlo entre sus
familiares y conocidos. Como no lo encontraron regresaron a Jerusalén a
buscarlo. Después de tres días lo encontraron en el Templo, sentado en medio de
los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían
quedaban admirados por su inteligencia y sus respuestas. Cuando sus padres lo
vieron, quedaron sorprendidos y su madre le dijo: “¡Hijo! ¿Por qué nos has
hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia”. Y él les respondió:
“¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en las cosas de mi Padre?”.
Pero ellos no entendieron lo que Jesús les decía. Entonces volvió con ellos a
Nazaret y les obedecía en todo.
Su
madre guardaba cuidadosamente todos estos sucesos en su corazón.
PALABRA
DE DIOS
COMENTARIO
Este
hecho de Jesús niño ocurrido durante una peregrinación a Jerusalén cuando él
tenía doce años es de alguna forma una anticipación del misterio de la Pasión
de Jesús. Este año se están cumpliendo 150 años de la entrega por parte del
Papa Pio IX a la Congregación de los Misioneros Redentoristas del icono de la
Virgen del Perpetuo Socorro. En ella el niño Jesús aparece ya grande
contemplando los signos de su futura pasión: la cruz, los clavos, la corona de
espinas y la lanza. Fue efectivamente en el contexto de una Pascua judía,
dentro de una peregrinación a Jerusalén, que Jesús fue detenido, enjuiciado
injustamente en un proceso amañado y express, condenado y ejecutado y a los
tres días resucitó de entre los muertos.
Mientras sus padres de la tierra lo buscan angustiados él les revela que
ya se está ocupando del asunto que lo trajo a esta tierra: atender los
designios que su Padre celestial le ha confiado. Jesús, en actitud de sumisión
a sus padres José y María vuelve a Nazaret y les obedece en todo. Esta actitud
es también una anticipación de la obediencia radical a la voluntad de su Padre
que más adelante pondrá de manifiesto hasta la muerte y muerte en cruz (Fil
2,8). María mientras tanto iba atesorando todos esos acontecimientos en su
corazón, actitud ésta fundamental para poder aceptarlos llena de fe, como
expresión de la voluntad divina, aunque no siempre los entienda.
ORACIÓN
Padre
santo, tu has preparado en el corazón de la Virgen María una digna morada al
Espíritu Santo, por su intercesión maternal actúa hoy también en nosotros, para
que, habitados permanentemente por el Espíritu Santo, podamos aceptar todos los acontecimientos que nos ocurren en
la peregrinación de esta vida, los entendamos o no, como expresión de tus
misteriosos designios de amor sobre nosotros, seguros de que Tu sabes hacia
dónde nos estás llevando: la Jerusalén celestial, nuestra verdadera y
definitiva Patria.
COMPROMISO
El
año que viene el Papa Francisco lo ha declarado Año Santo de la Misericordia.
La peregrinación ocupa en ese año un lugar especial; ¿Has pensado alguna vez
hacer alguna peregrinación en familia?
Hacer
un acto de aceptación de la voluntad de Dios en tu vida y en la vida de tu
familia
Aprender
a guardar los acontecimientos que afectan hoy a tus hijos y a tu familia en tu
corazón como María.
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