domingo, 29 de octubre de 2017
DOMINGO XXX ORDINARIO CICLO AHOMILIALOS DOS AMORES QUE DIOS HA UNIDO NO LOS SEPARE EL HOMBRE
sábado, 28 de octubre de 2017
Homilía en la bajada de la imagen de La Chinita.
“El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una gran luz” (Is 9, 1). Querido pueblo católico del Zulia que hoy, lleno de gozo en el Señor y henchido de gratitud hacia la Madre de Dios, celebra hoy la Bajada de la venerada imagen de La Chinita, estas palabras del profeta Isaías que acabamos de escuchar, pronunciadas en un momento histórico oscuro para el pueblo de Israel, se refieren al anuncio del nacimiento de un niño, el Emmanuel, el Dios con nosotros (cf. Is 7, 10-16), que nacerá de una virgen y traerá la liberación del mal, la justicia, la paz y la alegría. Esta profecía tendrá su cumplimiento siete siglos después de haber sido pronunciada con el nacimiento de Jesús, el Salvador, el Hijo de Dios, nacido de María la Virgen. Este nacimiento no hubiese sido posible sin el consentimiento de aquella muchacha de Nazaret llamada María que responde al ángel, desconcertada momentáneamente, pero llena de fe y humildad, con las palabras “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lc 1, 38). Decía San Bernardo que en las manos de María estaba el precio de nuestra salvación, de su consentimiento dependía que fuésemos liberados del pecado, de su respuesta que se nos devolviera la vida (cf. Homilía 4, 8-9). Afortunadamente ella dijo sí y se nos abrieron las puertas del cielo. Por eso, desde un principio el pueblo cristiano sintió profunda veneración por aquella mujer privilegiada por Dios, elegida para ser la madre del Salvador, que acompañó a su Hijo hasta el pie de la cruz y a la Iglesia después de la resurrección y que la sigue acompañando siempre como una madre amorosa que vela por sus hijos. “Ella –dice el papa Francisco- es la esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Como madre de todos es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia. Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios” (Exhortación ‘Evangelii Gaudium’, EG, 286).
domingo, 22 de octubre de 2017
DOMINGO XXIX ORDINARIO CICLO AHOMILIADEVOLVER A DIOS LO QUE ES SUYO
sábado, 14 de octubre de 2017
Homilía en el de Acto de Consagración de la Arquidiócesis al Corazón Inmaculado de María, 13 Oct 2017)
“MARIA POR SU PARTE GUARDABA TODAS ESTAS COSAS
Y LAS MEDITABA EN SU CORAZÓN” (Lc 3,19)
Homilía en el de Acto de Consagración de la Arquidiócesis
al Corazón Inmaculado de María, 13 Oct 2017)
Es hermoso detenernos a pensar cuantas maravillas estaban guardadas en el corazón de María, sobre todo, el gran amor de su hijo que llevó en su seno. Ese amor inmenso se convierte en un torrente de gracias para todos nosotros, sus hijos. Por eso es necesario que nosotros correspondamos con un gesto definitivo de adhesión a su Corazón Purísimo e Inmaculado, que a su vez está unido al Sagrado Corazón de Jesús.
Una forma concreta de reciprocidad a ese gran amor, es Consagrándonos totalmente a ella, que a su vez nos lleva por camino seguro hacia Jesús. La condición principal para que esa unión de corazones sea eficaz es que tengamos un corazón contrito, arrepentido, “ya que el Señor un Corazón contrito y humillado, jamás lo desprecia” (Sal 50). He aquí el sentido y el motivo del Acto de reparación y desagravio que hemos hecho previamente, como preparación inmediata.
Por esta razón, queridos hermanos, hoy 13 de Octubre cuando se cumplen 100 años del Milagro del Sol, en Fátima y ante la promesa hecha por la Santísima Virgen María a los pastorcitos, en presencia de casi 100 mil personas, es también muy significativo y providencial que en este día, este pueblo peregrino de la Arquidiócesis de Maracaibo, familias, consagrados, diáconos, seminaristas, religiosos, presbiterio y Obispos, hagamos nuestra Consagración solemne al Corazón Inmaculado de María, Nuestra dulce Madre, que al aparecerse en Fátima Portugal, también está presente en el Zulia, bajo la advocación de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Esta Madre solidaria que se ha hecho presente en muchas regiones del mundo tomando diversos nombres, tiene una realidad común en la cual confluyen todas las advocaciones sin contraponerse: su Corazón Purísimo, Santísimo e Inmaculado. En ese único y puro Corazón, confluye el misterio del gran amor de Dios sobre sus hijos.
Recordemos cuando particularmente Lucía, recibió este mensaje de la Santísima Virgen María en su segunda aparición en Fátima, Portugal, el 13 de junio de 1917: “tu te quedas aquí un tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. Y nosotros podríamos preguntarnos ¿Por qué pidió esto Jesús? No lo sabemos; sólo tenemos la explicación que recibió Lucía “Quien abrazare (esta devoción) prometo la Salvación y serán queridas sus almas por Dios, como flores puestas por mi, para adornar su Trono... Mi Corazón Inmaculado será refugio y el camino que te conducirá a la Salvación (…) y, por fin mi Inmaculado Corazón triunfara”.
Papa Pío XII, (el 31 de octubre de 1942) en el 25 aniversario de las apariciones de Fátima, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, obedeciendo la petición de N. Señora de Fátima, y junto al Papa, muchos Obispos le han consagrado sus diócesis, provincias y naciones. El episcopado polaco lo acaba de realizar recientemente. Esta Consagración es como un faro de amor maternal, que nos motiva e impulsa hacia la fe y el amor divino.
"Os tengo en mi Corazón", puede decirnos María... En esa arca de salvación cabe todo el mundo". Un mundo hoy agobiado por toda clase de plagas mortíferas: las guerras étnicas exterminadoras, el terrorismo radical islamista, la ideología del género, los regímenes totalitarios comunistas, el liberalismo desenfrenado, secularizador y consumista, la extensión del hambre, de la miseria y de la cultura del descarte y de la degradación humana. Ese es el mundo que tiene que volver a Dios, convertirse, cambiar de rumbo so pena de conducir al género humano entero a su desaparición.
Ahora nos toca a nosotros como Arquidiócesis de Maracaibo, a cada uno de nosotros, repetir la consagración y vivir de acuerdo con ella llevando una conducta digna de hijos del Corazón Inmaculado de María: una vida de pureza, de oración, de mansedumbre, de caridad, de paciencia, de sacrificio, virtudes que nos harán semejantes a nuestra Madre y fieles discípulos de Jesús.
Esta Consagración a la Santísima Virgen María es en primer lugar, un compromiso a renovar nuestro compromiso bautismal, renovando en nosotros la unción del Espíritu Santo, recibido plenamente en el sacramento de la confirmación, somos testigos de la fe y del Evangelio de Jesucristo.
Esta Consagración de hoy es una vitalización de nuestra vivencia penitencial a través del Sacramento de la reconciliación, recordando aquellas primeras palabras de Jesús al iniciar su ministerio público: “Conviértanse porque está cerca el reino de los cielos” (Mt 4,17). Es decir, nos impulsa a un verdadero arrepentimiento y aún deseo de permanecer en la gracia de Dios.
Esta Consagración es también una renovación de nuestra comunión Eucarística como fuente central que alimenta nuestra fe, donde nos hacemos una comunidad de creyentes, solidarios, humildes, generosos, caritativos, misericordiosos, piadosos y servidores de los más débiles.
Esta Consagración es igualmente un compromiso de cultivar familias, iglesias domésticas, laicos verdaderamente servidores del amor de Dios.
Hoy está adhesión al Corazón Inmaculado de Nuestra Señora es una renovación de nuestra Consagración como religiosos, Religiosas, sacerdotes, diáconos, seminaristas; que seamos discípulos y misioneros fieles, testigos de la Verdad y ministros santificadores del pueblo Santo de Dios.
Presentamos a nuestra Madre Santísima nuestro profundo deseo de ser una iglesia arquidiocesana fiel, obediente, transparente, casta, renovada, misericordiosa, penitente, santificada y santificadora, Iglesia comunión a imagen del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Podemos decir, con humildad que en estos frutos y signos consistiría el triunfo del Corazón Inmaculado en nuestra Arquidiócesis.
¿ES BUENO TAMBIÉN PREGUNTARNOS PORQUÉ CONSAGRARNOS COMO IGLESIA LOCAL ARQUIDIOCESANA DE MARACAIBO?
Recordemos que el 13 de junio 1929 – Nuestra Señora se aparece a Sor Lucía Dos Santos (una de los tres pastorcitos que recibieron las apariciones de la Virgen María en Fátima) en el convento de Tuy – España, y le dice:
«Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre, que, en unión con todos los Obispos del mundo, haga la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón» Prometiendo la Paz para el mundo, y salvarla por medio de esta Consagración.
También en mayo 1936 – Nuestro Señor le dijo a Sor Lucía: «La conversión de Rusia acontecerá solo cuando aquella nación sea consagrada solemne y públicamente al Corazón Inmaculado, por el Papa junto con todos los obispos.»
El 13 de mayo de 1967, durante su visita al Santuario de Fátima, el Papa Pablo VI, preocupado por las amenazas de guerra, y por la salvación de las almas, pide que todas las personas, diócesis y naciones del mundo, sean consagradas al Inmaculado Corazón de María.
El 15 de marzo de 1984 el Papa Juan Pablo II, hizo un Acto de Consagración, donde incluyó rogar por la conversión de Rusia.
Y hoy nosotros, 13 de octubre de 2017, siguiendo este gesto de fe de los Sumos Pontífices, quienes escucharon a la Santísima Virgen María, quien en Fátima expresó el deseo de su hijo, nosotros aquí en su Santuario Zuliano, bajo la dulce Advocación de N.S de Chiquinquirá, en un acto de fe, nos consagramos a ella y depositamos el pasado, presente y futuro de nuestra Arquidiócesis en su Corazón Inmaculado, por eso llenos de humildad y con gran esperanza, te pedimos Madre Santísima: “Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh piadosa, oh Clemente, oh siempre Virgen María”. Amén
(A continuación, se realiza el Acto de Consagracion).
Saludo Inicial VII Seminario Internacional de la Red de Universidades para Estudios de Fraternidad
Saludo Inicial
VII Seminario Internacional de la
Red de Universidades para Estudios de Fraternidad
Maracaibo, 12 de octubre de 2017
Monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico del Santo Padre, del Papa Francisco en Venezuela.
Dr. Ángelo Lombardi, rector de la UNICA y demás Autoridades universitarias.
Representantes de las fuerzas vivas del estado Zulia y la ciudad de Maracaibo.
Miembros del comité internacional y local de esta Red de Universidades para Estudios de Fraternidad.
Profesores, investigadores y estudiantes.
Señoras y Señores
Celebro esta importante iniciativa de llevar a cabo en nuestra ciudad la séptima edición del Seminario Internacional RUEF con el lema “Fraternidad, Reconciliación y Diálogo en Frontera”. Ocurre en un momento de gran pertinencia para el contexto venezolano, en vísperas de las elecciones para escoger las autoridades regionales del país y ante el desafío de encontrar mecanismos que nos aseguren una convivencia pacífica y democrática entre los venezolanos y con el pueblo de la hermana República de Colombia con el cual compartimos la frontera.
Que sea precisamente la UNICA la anfitriona es una buena noticia para todos, pues la “Católica de Maracaibo”, junto con la amplia red de las escuelas arquidiocesanas y de los Centros de capacitación laboral, forma parte del proyecto educativo de futuro de nuestra Arquidiócesis. Con este Seminario se ven germinar los frutos de madurez de sus 34 años de presencia, como comunidad académica y científica, en el conjunto de las Universidades del Zulia.
Ustedes, estimados invitados internacionales y profesores, están escribiendo una nueva página en la historia de la vocación humanística de nuestra universidad, ya que solo desde el humanismo solidario podremos formar ciudadanos que ejerciten una auténtica cultural del diálogo y de la fraternidad (Cf. Educar al Humanismo Solidario, 14, 2017) y sean capaces de establecer puentes de convivencia con las naciones vecinas, haciendo realidad el sueño del Libertador Simón Bolívar de una América integrada en una gran comunidad de naciones hermanas.
Hoy los venezolanos estamos llamados a “derribar todo muro de división existente en nuestro país y contribuir a la recuperación de nuestra nación, rehacer el tejido social e ir dando los pasos para la reconciliación en el encuentro fraterno entre todos” (Cf. CEV, Mensaje Urgente a los católicos y personas de buena voluntad, 9, 2017).
Y este desafío se inicia con la formación de valores ciudadanos y políticos, desde la fraternidad y la “cultura del encuentro”. Solo desde esta mirada la diligencia política se liberará de ser presa fácil de intereses netamente económicos, dominados por el ansia de poder y la exclusión.
No es desde la imposición autoritaria de versiones manipuladas de la verdad que construiremos una nueva Venezuela, ya que “la absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo, se llama totalitarismo” y el totalitarismo “no libera al hombre, sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza” (Cf. Benedicto XVI, Homilía en Marienfield - Colonia, 2005).
Deseo pues que éste Séptimo Seminario Internacional de la Red de Universidades de Estudios de Fraternidad en Maracaibo, sea para todos sus participantes y para nuestra comunidad UNICA, “una verdadera experiencia de fraternidad, una caravana solidaria, una santa peregrinación” al encuentro del otro. (Cf. Francisco, Evangelii Gaudium, 87, 2013).
Solo con la convicción universalizada e internalizada de que la humanidad no tiene sino una sola vocación: la vocación a la fraternidad, podremos avanzar con pasos firmes por los caminos del diálogo y de la reconciliación.
Dios se hará más presente y visible entre nosotros en la medida en que nos vayamos descubriendo y tratando como hermanos habitantes y coherederos de una sola casa común.
Sean todos bienvenidos y que tengan una feliz y fraterna estancia entre nosotros.
Maracaibo 12 de octubre de 2017
+Ubaldo R Santana Sequera FMI
Arzobispo de Maracaibo
jueves, 12 de octubre de 2017
Orando por Venezuela éste 13 de Octubre.
Mis queridos hermanos sacerdotes y diáconos,
Como se comentó en la reunión del clero de ayer, siguiendo la invitación de la Presidencia de la Conferencia episcopal en su reciente comunicado, se ha programado una jornada de oración este 13 octubre en la catedral y luego en la basílica. Los invito a unirse desde sus respectivas parroquias y comunidades sectoriales a este importante momento. Hago mías estas palabras del Cardenal Urosa: "“Exhortamos a los párrocos a que el próximo 13 de octubre se organice en todas las comunidades eclesiales una jornada de oración por Venezuela y por el éxito de las próximas elecciones. Que la Virgen de Coromoto nos consiga mediante su intercesión lo que necesitamos para hacer de Venezuela una nación donde impere la justicia, la libertad, la solidaridad y la fraternidad, que provienen del amor redentor del Señor Jesús”.
+Ubaldo R Santana Sequera FMI