INVOCA EL ESPIRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, ayúdanos a escrutar
la Palabra de Dios, como Jesús lo hizo con los dos discípulos de
Emaús. A medida que el Señor les fue explicando todo lo que le había sucedido
en Jerusalén esos días, Tú les fuiste abriendo el entendimiento de las
Escrituras y así descubrieron la presencia de Dios en los acontecimientos
dolorosos de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret. Iluminados por ti,
entendieron que la cruz no era el final de toda su esperanza, sino fuente de
vida y resurrección.
Rompe hoy, para nosotros también, los
sellos del Libro sagrado, para que tengamos acceso a su verdadero sentido y su
aplicación concreta en nuestras vidas, experimentemos cómo está presente la
fuerza de la resurrección de Jesús en medio de nuestras tribulaciones y sufrimientos
y demos testimonio de la Pasión y la Cruz como únicos caminos para llegar a la
vida plena y a la construcción de un mundo más justo y fraterno. Amén
LEE EL EVANGELIO DE HOY: MATEO 4,12-17.23-25
Cuando se enteró de que Juan había sido
apresado, Jesús se retiró a Galilea. Luego, dejando Nazaret, se fue a vivir a
Cafarnaún, junto al mar, en los límites de Zabulón y Neftalí, para que se
cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que
caminaba en tinieblas vio una gran luz; a los que habitaban en una región de
sombras mortales una luz les iluminó.
A partir de entonces, Jesús comenzó a
proclamar: “Conviértanse, porque el Reino de los cielos ya está llegando” (…)
Jesús recorría toda Galilea enseñando en
las sinagogas de los judíos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando
todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda
Siria. Le llevaron a todos los que padecían enfermedades y sufrimientos
diversos, endemoniados, epilépticos y paralíticos y él los sanó.
Lo seguía mucha gente de Galilea, la
Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán.
REFLEXION BIBLICA
Este texto hay que leerlo en el contexto
del tiempo de Navidad y de la Epifanía. Sería bueno tener un mapa de la
Palestina a mano para ubicar la Galilea y las regiones circundantes
mencionadas. El texto litúrgico omite el pasaje del llamado de los cuatro
primeros discípulos (vv 18-22). Es bueno también relacionar estos relatos con
los textos anteriores, particularmente la narración de la adoración del Niño
Dios por los sabios de oriente (Mt 2,1-12).
Han pasado ya más de treinta años entre
los dos acontecimientos, pero ahora Jesús va a ratificar con sus opciones la
enseñanza central contenida en el relato de los Magos. En primer lugar que es
el Mesías que lleva a plenitud el proyecto salvador de Dios y el Ungido por el
Espíritu que cumple las promesas mesiánicas contenidas en el Antiguo Testamento.
De allí la abundancia de citas de textos proféticos en el evangelio de Mateo.
En segundo lugar que ha venido a salvar
a toda la humanidad y no solamente al pueblo judío. Por eso inicia su
predicación por Galilea, territorio considerado contaminado por costumbres
idolátricas, habitado por gente pagana; y los pocos judíos que quedan son muy
laxos, no viven según la Ley de Moisés. Es en ese territorio, de donde no
surgen profetas (Cf Jn 7,52), considerado por Isaías tierra de tinieblas y
sombras mortales, por donde va a empezar a refulgir la luz
resplandeciente “que viene de lo alto para iluminar a los que habitan en
tinieblas y en sombras de muerte” (Lc 1,78). Al final del evangelio les
pedirá a sus discípulos que lleven su evangelio a todas las naciones de la
tierra (Mt 28,18-20)
La predicación de Jesús, acompañada de
curaciones de todos los enfermos que se le acercan de Judea, Jerusalén y hasta
de regiones circunvecinas, aquejados de toda clase de enfermedades, causa un
tremendo impacto en sus primeros discípulos, en las personas sanadas y su fama
corre como reguero de pólvora atrayendo a gente de todas las regiones
limítrofes que al oír su mensaje y ver sus acciones deciden quedarse con él y
seguirlo.
Jesús realizó estos pasos fundamentales
después de superar tres fuertes pruebas: las tentaciones del demonio en el
desierto; la detención y encarcelamiento de su primo Juan el Bautista y el
abandono de su casa en Nazaret con el consiguiente doloroso alejamiento
de su madre María, presumiblemente ya viuda para ese momento. Al leer todo el
relato en su conjunto, Mateo quiere dejar bien asentado que Jesús posee la
acreditación necesaria para presentarse como luz de las naciones y predicar con
autoridad la conversión y la llegada del Reino de Dios entre los hombres.
APLICA ESTE TEXTO A TU VIDA:
¿Cómo ha llegado la persona y el mensaje
de Jesús hasta tu vida? ¿Qué te enseña las pruebas que tuvo que pasar el Señor
para dirigirse a Galilea y empezar su misión? ¿Qué pruebas has tenido que pasar
tu para descubrir y seguir a Jesús? El Papa Francisco en su Exhortación “La
alegría del evangelio”, dice que la Buena Noticia de Jesús “tiene la
dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de
nuevo, siempre más allá (EG 21)…Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la
Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas
las ocasiones, sin demoras, sin asco, sin miedo. La alegría del Evangelio es
para todo el pueblo, no puede excluir a nadie” (EG 23). ¿Ves alguna relación entre este texto y el evangelio? ¿Entre estos
textos y tu vida?
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